Los tatuajes no pasan de moda. Hay quienes deciden hacerse uno o dos, mientras que algunos llenan su piel con la tinta.
Pero una info que no les va a gustar mucho a los amantes del tattoo, es que un estudio hecho por capos de la ciencia en Dinamarca, detalló que esta práctica puede aumentar el riesgo de cáncer de la piel.
El tamaño del tatuaje determina el riesgo de padecer el mal. Es decir, cuanto más grande el diseño, más grande es la posibilidad de padecer el cáncer (del 1 al 4%).
El estudio se publicó en enero pasado, en la revista científica BMC Public Health.
Se analizó a 2.367 gemelos seleccionados al azar nacidos entre 1960 y 1996.
Se recopiló info sobre el tamaño, los colores y la incidencia de cánceres, mientras que los diagnósticos se extrajeron del Registro Danés de Cáncer.
También se controlaron otros factores como el tabaquismo, la edad y el nivel educativo.
El estudio encontró lo siguiente: en el análisis individual, las probabilidades de desarrollar cáncer de piel fueron 1,62 veces mayores entre personas tatuadas.
Para los tatuajes que cubren áreas más grandes que el tamaño de una palma de la mano, el riesgo de cáncer de piel aumentó a 2,37 veces y el de linfoma a 2,73 veces.