El sueño migratorio de muchas paraguayas se ven frustrados cuando llegan a España y se dan cuenta que caen en una red de prostitución, al igual que las colombianas y venezolanas, señala el informe de Eva Márquez, de la organización no gubernamental española Diaconía.
Algunas vienen sabiendo que es para ejercer la prostitución, “pero absolutamente engañadas en sus condiciones”, subraya esta experta a EFE.
“Vení a España, que en dos o tres meses vas a hacer todo el dinero que necesitás para solucionar todo tu problema económico que tenés con tu familia en tu país”, es el reclamo de las redes de trata, que estas mujeres “aceptan por su necesidad”, relata.
Pero cuando llegan a España, “las condiciones son absolutamente deplorables, de una dureza y una explotación brutal”, alerta Márquez.
Secuelas
Quienes ya han sufrido esa explotación, una vez liberadas por la Policía reciben la asistencia de Diaconía para superar el trauma, lo que puede llevar entre año y medio y dos años. “La huella de la trata deja secuelas en la salud mental”, incluso casos de “trastornos mentales graves”, y muchas veces “las adicciones son fruto también de la explotación, porque a muchas las obligan a drogarse, para aguantar”, he’i.
Con hijos
Muchas de las afectadas quedan embarazadas, producto de todos los abusos sufridos ya que son obligadas a tener relaciones sexuales sin preservativos. “Quieren muchísimo a sus hijos, pero que les recuerdan su historia”, señala la organización.
Hijos de “violaciones, abusos, prostitución coactiva, es muy duro”, lamenta Márquez. Desde la organización recomiendan no caer en los engaños de una vida mejor en España, pueden salir muy dañadas.