No solo en Coronel Oviedo dos novias fueron plantadas, por culpa de sus suegras en el mes de abril, sino también pasó un caso en Uttar Pradesh, India.
En la bulliciosa ciudad de Aligarh, en el corazón del estado indio de Uttar Pradesh, la joven pareja formada por Rahul, de 20 años, y Shivani, de 22, estaba a punto de dar el gran paso. Su boda, programada para el 16 de abril (el viernes último), prometía ser el evento del año en su comunidad.
Las invitaciones, decoradas con motivos florales dorados, ya habían sido enviadas, y los familiares de ambos lados confirmaban su asistencia.
Rahul, un joven carismático pero algo inquieto, había estado actuando de forma extraña en los días previos a la boda. Shivani lo notaba más distraído de lo habitual, pero pensaba que estaba nervioso por el casamiento.
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El domingo 6 de abril, Rahul salió de casa dijo “Voy a comprar un sherwani (ropa tradicional) nuevo para la ceremonia”, le dijo a su papá.
Ese mismo día, Anita, la mamá de la novia, de 40 años y elegantona, también salió de casa sin dar explicaciones. Ninguno apareció.
El novio llamó a su papá y le dijo “No me busques, no me voy a casar”. La novia le llamaba y le llamaba, pero él apagó su celular.
La joven no tenía consuelo, el novio despareció y su mamá ni de dónde.
Desapareció con todo el dinero
Shivani no entendía nada hasta que se dio cuenta que la caja fuerte estaba vacía. Toda su dote desapareció. Sino novio, sin mamá y sin dinero.
Una vecina le contó a lo novia planta que su mamá y su novio viajaron juntos a Delhi con un par de maletas.
El chisme fue total. Muchos dijeron que Rahul tenía una química demasiado especial con su suegra cuarentona y se le veía más feliz con ella que con la propia novia. El yerno y la suegra se fugaron juntos y no hubo boda.
Eso sí, esta historia podría ser guion para las “películas de Bollywood” o simplemente “dramas de Bollywood”, del cine indio.