El papa Francisco murió en la madrugada de este lunes, sacudiendo desde bien temprano al mundo, que llora su partida.
Con el fallecimiento del padre santo, inicia un protocolo enorme que, aunque él encargó por escrito que sea sencillo, debe cumplir ciertas normas.
El cuerpo del papa es preparado por un equipo reducido, que se cree está integrado por las monjas polacas que lo asistieron en vida y su secretario personal. Vestido con la sotana blanca, el solideo y la estola roja, que es la vestimenta tradicional de los papas, será trasladado en procesión desde el Vaticano hasta la Basílica Santa María La Mayor, en Roma, donde reposará los fieles podrán despedirse de él.
En el Vaticano se declaran nueve días de duelo y el cuerpo de Jorge Bergoglio sería velado ocho días. En Roma, el color del duelo es el púrpura, por lo que el país se “vestirá" en ese tono.
El sucesor
No tiene que pasar mucho tiempo para tener un nuevo Papa. Cuando hayan pasado entre 15 y 20 días del fallecimiento de Francisco, los cardenales menores de 80 años se encerrarán en el cónclave, la Capilla Sixtina, para elegir al nuevo Papa. La votación será por papeletas y cuando se tenga al elegida, se realizará la tradicional fumata blanca, es decir, que saldrá humo blanco. El mundo estará pendiente.
Lo que pidió
En vida, Francisco había planificado ya cómo sería su funeral, sin lujos. Estos son algunos puntos, según publica Ok Diario:
*Un único ataúd sencillo: Francisco dispuso que su cuerpo sea colocado en un solo ataúd de madera con interior de zinc, eliminando la práctica tradicional de usar tres ataúdes (ciprés, plomo y roble). Esta decisión muestra su rechazo a la pompa excesiva actual: desea un funeral «más parecido al de un obispo diocesano que al de un emperador».
*Exposición directa en féretro abierto: el Papa ha pedido que su cuerpo sea expuesto directamente en la Basílica de San Pedro dentro del ataúd abierto, sin el uso del catafalco elevado ni la colocación del báculo papal junto a él, como era costumbre. El ataúd se cerrará la víspera de la misa de exequias, para simplificar la veneración pública. Anteriormente, altos cargos de la Curia tenían un velatorio privado antes de la exposición pública. Francisco ha eliminado este paso, ordenando que su cuerpo sea trasladado directamente a San Pedro.
*Entierro en Santa María la Mayor: rompiendo con la tradición de ser enterrado en las Grutas Vaticanas, Francisco ha elegido la Basílica de Santa María la Mayor en Roma como su lugar de descanso final. Este templo, donde veneraba frecuentemente a la Virgen Salus Populi Romani, refleja su devoción mariana y su intención de descansar fuera de los muros del Vaticano, algo que no ocurría desde el Papa León XIII en 1903.
*Confirmación de muerte en la capilla privada: en lugar de verificar su fallecimiento en su habitación, como se hacía históricamente, Francisco ha dejado escrito que este acto se realice en su capilla privada. Tras constatarse su fallecimiento, su cuerpo será depositado de inmediato en el ataúd, eliminando traslados intermedios al Palacio Apostólico.
*Títulos simplificados: Durante los ritos, se usarán términos más humildes como «Papa», «Obispo de Roma» o «Pastor», evitando expresiones como «Sumo Pontífice» o «Romano Pontífice». Esto refuerza la idea que él quería de que su funeral debe destacar su papel de servidor de la Iglesia, no de líder del poder terrenal.
*Revisión litúrgica: los textos y oraciones han sido actualizados conforme al Missale Romanum de 2008 y la Nova Vulgata, mientras que la letanía de los santos incluye a todos los del Calendario General. Además, se eliminaron las notaciones musicales fijas, permitiendo mayor libertad en la selección del repertorio para modernizar y simplificar la ceremonia.