¡Opa las grandes farras por Navidad! Julieta Nardi va a tomar clericó y comer pan dulce kañyhápe, ya que sigue prófuga con su marido, Diego Dirísio, por presunto tráfico de más de 40.000 armas de guerra al exterior.
Y ahora si que se le complicó más la sitú a la exmodelo. La justicia brasileña aceptó la denuncia contra ella y su ména.
Tras esta decisión, la justicia rapái lanzará una orden de captura en los 26 estados de Brasil contra Julieta y Dirísio, conocido como el “Señor de las armas”.
La Fiscalía brasileña señaló que si la pareja es encontrada en algún rincón de este país, serán apresados inmediatamente y juzgados por el Tribunal brasileño.
Los investigadores destacaron que si la pareja es atrapada en otra nación, la justicia rapái puede solicitar su extradición para su juzgamiento allá, ya que cometieron un delito considerado grave en su país.
Mano dura
A diferencia de Paraguay, los delitos por tráfico ilegal de armas en Brasil tienen duras penas de cárcel, además de millonarias multas en resarcimiento.
Hasta 18 años de prisión pueden llegar las penas por tráfico internacional de armas y comercio ilegal de aparatos de guerra, según el código procesal brasileño. Las cárceles de mujeres de Brasil son consideradas las más rigurosas de la región.
En tanto, si Nardi y su ména son juzgados en Paraguay, ligarían como máximo 10 años de prisión. Hasta el momento, en el país solo hubo una condena por tráfico de armas y fue en el caso de Carlos León Ocampos, marido de la exmodelo Eliana Pírez.
Se borraron
A casi 20 días del allanamiento a su casa y negocio, hasta el momento la Policía no sabe nada sobre el paradero de Julieta y Dirísio.
Migraciones señaló que no hubo reportes de la salida de la pareja del país, pero que no descartan que estén en territorio brasileño.
Lo último que se supo es que la pareja rajó de su casa 3 días antes del operativo Dakovo. Huyeron en su camionetaza y la dejaron en un estacionamiento privado del microcentro de Asunción, a una cuadra del Ministerio del Interior y el Ministerio Público.
Cabecilla
Según los investigadores, Julieta Nardi eran con su ména las cabecillas del tráfico de armas en la región. Es conocida como la “Señora de las armas” en Brasil.
La cuerona era la encargada de cerrar trato con miembros del PCC o el Comando Vermelho de Brasil en la venta ilegal de armas.
Julieta era la encargada de realizar monitoreos de las “rutas de tráficos”, de esta forma chuleaban los estrictos controles de la policía brasileña en las zonas fronterizas.
También era promotora e “influencer” de las armas. Ndaje ofrecía en sus redes sociales las armas de guerra e incluso las vendía a malandros.
Según los allegados de la cuerona, Nardi se alejó de la farándula desde hace más de 10 años, así como de sus viejas amistades ligadas a los medios de comunicación.
Desde que se casó con Dirísio ndaje poco o nada sabían de ella, más que estaba al frente de su empresa Auto Supply (IAS) en Paraguay, y que frecuentaba eventos chuchis del colegio de sus hijos.