“La chica del arroyo Bobo” la llaman los viajeros que dicen haberla visto a la vera del camino, en la frontera entre Villarrica y el municipio de Mbocayaty (Guairá).
Con un raro aspecto y cubierta de un manto blanco, la supuesta alma en pena flota y persigue a los automovilistas.
Muchos que desconocen la historia, cuando se encuentran a la joven en el camino, la invitan para llevarla. Ella les pide que la lleven hasta el cementerio, pero luego desaparece.
El camposanto está ubicado frente a la estación de Bomberos de Villarrica, donde también ocurren hechos paranormales.
El bombero Antonio Bogado (65), contó a EXTRA que en un servicio, él y sus camaradas fueron ayudados por el espectro que los guió hasta donde se encontraba el camión de bomberos. “Los perros dicen que ‘eso’ nos protege”, aseguró.
En aquella oportunidad apagaron un incendio en zona del Santo Suizo y se perdieron en la oscuridad. “Comenzamos a dar vueltas y un compañero nuestro prende un cigarrillo y tira la colilla a un costado; esa colilla nunca llegó al suelo, se fue levitando y ese nos dirigió a la zona donde pudimos visualizar la baliza”, recordó.
Se presume que la salvadora fue la chica del arroyo Bobo.
Antonio señaló además que él y los otros compañeros se acostumbraron a convivir con los muertos que acechan de día y de noche.
Aparte de la póra, otros espíritus los visitan.
Aparecen en forma de niño que llora, hacen ruidos raros, echan cosas o traspasan paredes (esa sería la chica del arroyo Bobo).
“Hace 28 años que soy bombero, soy fundador de esa institución y todos los años pasan cosas raras”, señaló.
Lo más reciente ocurrió hace unos días cuando una radio que estaba desconectada se prendió de la nada.
Les juega psicológicamente
Una bombera vivió una experiencia algo particular que la dejó con los pelos de punta.
“La vez pasada entré a la ambulancia e hizo un ruidazo, después me acerqué y se empezó a mover y después (hizo ruido) arriba. Pensé que era el gato y después le veo al gato que viene hacia la plaza. Después llegó (un bombero) gritó él, había sido alguien golpeó la puerta del baño; él pensó que era alguien, pero abrió la puerta y no había nadie”, dijo.