En el lote 3473 del sector A del cementario Campo da Esperança, en Brasilia, reposan los restos del tirano Alfredo Stroessner.
Una vez más el grupo de stronistas encabezado por Modesto Esquivel tantea la posibilidad de repatriarlo, ya que se abrirá el cajón para un ADN post mortem por demanda de filiación.
Jorge Rolón Luna, que fue miembro de la Comisión Verdad y Justicia, dijo a EXTRA que no hay una prohibición expresa para eso, pero que el pedido lo debe hacer la familia y no un grupo cualquiera.
“Como una muestra de respeto y consideración hacia las víctimas, no creo que sea necesario ni prudente, mucho menos si tiene que ver con algún tipo de reivindicación”, expresó. De ser así, cree que mucha gente responderá con protestas e incluso actos vandálicos.
“No creo que se animen”, dijo sobre los “nostálgicos” del dictador.
Antonio Pecci, miembro de la Mesa Memoria Histórica, manifestó que las organizaciones que la conforman ya habían debatido este asunto.
“No nos oponemos a que se haga la repatriación de los restos del exdictador o de cualquier paraguayo. A lo que nos oponemos es a que se lo reivindique como presidente, como líder de un partido, que se le rinda homenajes”, mencionó.
También considera que si se concreta la repatriación habrá confrontaciones y que será responsabilidad del Gobierno.
ENCARNACIÓN
Modesto Esquivel, exdirector de Correos durante la dictadura, dijo que su intención es llevar al finado exdictador a Encarnación, donde están enterrados sus parientes.
El sociólogo Roberto Zub, que vive en dicha ciudad, no ve muy probable que la gente de ahí se manifieste en contra.
“Encarnación es muy stronista, colorada”, afirmó. Además, la familia Matiauda (segundo apellido de Stroessner) sigue siendo poderosa aunque no ocupe cargos electivos. Zub escribió el libro Ataque a Fram, que relata cómo en 1955 apresaron a 104 inmigrantes ucranianos por tener revistas en ruso y cantar en dicho idioma en una fiesta.