Durante 22 días, don Avelino Saldívar (71) estuvo internado en terapia intensiva. Sus familiares contaron que siempre estuvo consciente y que a cada rato repetía que este año iba a ir peregrinando a Caacupé, como todos los años. Sin embargo, el diagnóstico del médico no era nada alentador, pues pedía a los familiares que lo lleven a la casa para esperar lo peor: su muerte.
Hoy, don Avelino, junto a 7 familias de 70 integrantes, va rumbo a Caacupé en el tradicional peregrinaje en carreta. “Yo voy a ir a pagar mi promesa, justamente por la salud de mi tío, pues los doctores ya no nos daban solución. Ahora, él puede caminar, hablar y está más entusiasmado que las criaturas”, comentó Olga Saldívar, una de las promeseras.
En lugar de quedarse a dormir un domingo, las familias Saldívar y Torres se pusieron a preparar ayer las carretas para la peregrinación, así como lo hicieron sus antepasados desde hace 70 años. Mientras las mujeres hacían sopa y chipa, los hombres cortaban tacuaras y las iban poniendo sobre las carretas; luego colocaban las carpas.
En el fondo de la casa sacrificaban un chancho y algunas gallinas, que se convertirán en el viático de las 7 familias de la compañía Zayas de Yaguarón. “Siempre preparamos entre todos nuestro viático, ya que somos muchos. Además, tenemos muchos niños y en el camino por el que vamos no hay almacenes”, alegó Olga. La familia mandó hacer una remera especial con la imagen de la Virgencita y el nombre de la comunidad.
Los promeseros saldrán a las 14:30 de hoy. Tienen pensado hacer tres paradas: una en Pirayú, otra en la compañía Tatarê y, la tercera, en la cima del cerro. “Solo los niños y los abuelos van en la carreta, además de los alimentos, después todos nosotros nos vamos a pie”, contó Olga. También añadió que descansan donde hay arroyos, para dar de beber a los animales.
“El martes a la mañana ya vamos a estar llegando a Caacupé, nos vamos a instalar en una plaza y ahí nos quedamos hasta el 8 de diciembre”, agregó la señora Olga, quien el miércoles tendrá que volver a su trabajo, pero al salir nuevamente irá a la capital espiritual.