Keila Johana Alcaraz (21), la joven madre desaparecida desde el domingo pasado en Ñemby (Central), fue encontrada ayer sana y salva, cerca de la Estación de Buses de Asunción (exTerminal), confirmó anoche la Policía.
“Hace minutos, el equipo investigativo del DAS (Dirección de Antisecuestro de Personas) ubicó en un inquilinato a Keila y a una persona de sexo femenino, quien la estaba acompañando”, informó el comisario Nimio Cardozo, jefe de dicha dependencia policial, en comunicación con Telefuturo.
El oficial mencionó que “desde ayer (jueves) estábamos realizando un trabajo exhaustivo en la zona, montando vigilancia y cuando estábamos por pedir orden de allanamiento, estas personas salen y fueron aprehendidas en la vía pública”.
Explicó que fue porque una ya tenía orden de captura, solicitada por la misma Policía, “y, al identificar a la otra persona que le acompañaba, nos percatamos de que era Keila”.
Añadió que ambas fueron llevadas a la sede de Antisecuestro, para que sean presentadas a la fiscala Laura Guillén, encargada de investigar el caso de la desaparición, que había causado conmoción en la ciudadanía.
¿Con su novia?
Las primeras versiones son que la mujer que estaba con ella sería su pareja sentimental.
Cardozo dijo que fue verificado “el circuito de llamadas”, de Keila. “Se hizo un levantamiento y análisis de señales en la zona y, efectivamente, el último contacto que ella tenía era una chica de nombre Carolina”, quien tenía “algunos antecedentes por violencia doméstica, cosa que a nosotros nos llamó muchísimo la atención y fue una alerta, por eso tuvimos que acelerar todo el proceso investigativo”, agregó. Dijo que desde la noche del jueves y todo el día de ayer, “se estuvo trabajando en la zona de la Terminal y este es el momento en que fueron ubicadas”, mediante el rastreo de las llamadas y mensajes del celular de la desaparecida.
Aseguró que Alcaraz se encontraba “aparentemente bien; no sufrió ningún tipo de apremio” y que deberá ser sometida a un estudio médico, para confirmar su estado de salud. “No estaba maniatada, pero no sabemos si Carolina la habrá tenido de alguna manera coaccionada a ella”, señaló.
Anoche la fiscala Laura Guillén señaló que Keila inventó haber sido raptada y que, tras ser encontrada, dijo que ya no quiere volver a su casa. “Está arrepentida, siente mucho por los padres por la situación que pasaron, sentía vergüenza, pero manifestó que no quería volver más a su casa”, declaró Guillén.