¡Shhh! La explosiva celebración del DT de Cerro con dedicatoria a un hincha

¡Escándalo en la Visera! La euforia del primer gol de Cerro en su victoria ante Recoleta por 3-1 se desdibujó anoche en un abrir y cerrar de ojos cuando el director técnico Diego Martínez, poseído por una mezcla de alivio y furia, giró sobre sus talones e hizo un gesto de silencio hacia la tribuna.

Lo que siguió fue una tarjeta amarilla para el estratega del Ciclón y un pedido de disculpas en la rueda de prensa donde no permitió preguntas de los periodistas.

“Quiero pedir públicamente disculpas al hombre plateísta con el cual tuve un cruce de palabras, un gesto que como profesional no tengo que hacer”, expresó.

Agregó que le causó mucho dolor y bronca que le insulten a los futbolistas del club, principalmente a los canteranos.

“Entiendo el nerviosismo y las ganas de ganar del hincha, esas mismas ganas no tengo dudas que tienen los chicos y mucho más los formados en el club”, dijo.

Para saber si se justificaba la reacción del estratega azulgrana, el programa Fútbol a lo Grande de la radio 1080 AM contactó con el “plateísta” que le hizo enojar de esa manera.

“El Arsenio Erico tiene la particularidad que en Preferencias estamos a dos metros de él y yo me senté en la primera línea de las butacas. Empezó el partido, estuve alentando y él mismo comenzó a recriminarle a (Diego) León que no se proyectaba y el otro no le hacía caso. Inclusive en una jugada él golpeó el asiento de la banca de suplentes”, relató el hincha José Acuña.

Ante esto, el aficionado dice que le gritó que le saque de la cancha porque no le hacía caso.

“Cambiale si no te gusta, le dije y me miraba ya ahí. Una vez que entró el gol yo festejé y no pensé que me iba a dedicar, vino y me puso el dedo, se alzaron todos los de la preferencia. No me senté, me quedé parado, vino otra vez a la banca, vino y me señaló y ahí le sacaron la tarjeta amarilla. Para mí es una pena”, afirmó.

El hincha asociado expresó que el DT tiene que aceptar las críticas. Las cosas se pusieron más calientes cuando le gritó que se vaya y le lleve a Alan Soñora, uno de los jugadores más cuestionados.

“Como estábamos ganando, le dije, ‘Es hora de liberar a la bestia. Metele a Soñora’, y no le metió porque se dio cuenta que todos le estábamos gritando”, comentó.

“Desde varios partidos que nos está fundiendo. Perdimos el campeonato, estamos a borde del abismo en la Libertadores, yo ya no confío más en él”, remató.