Por Carlos Díaz
Juan Bautista Agüero era uno de esos jugadores que no perdonaba una frente al arco. Un goleador de raza que alcanzó el estrellato en su carrera deportiva y se pegó el lujo de brillar en uno de los clubes más importantes del mundo, el Real Madrid.
Arrancó su carrera deportiva a muy corta edad en el 20 de Julio de su Cabañas natal (Cordillera), de ahí pasó al 8 de Diciembre donde deslumbró al extécnico Decano, César López Fretes, quien no dudó en llevarse a la joven promesa a Olimpia.
En 1954, cuando aún ni había debutado con la “O”, fue llamado para participar del Sudamericano Juvenil que se realizó en Caracas, Venezuela. Allí empezó a enfundar sus primeras armas goleadoras y en 3 partidos se despachó con 9 goles. El éxito recién llegaba.
Entre 1956 y 1958 consiguió el tricampeonato con Olimpia, además de consagrarse como máximo artillero en dichas temporadas, llamando a las puertas del fútbol europeo. En 1958 arribó al Sevilla, donde disputó 134 partidos y anotó 39 goles.
“Me fui al Sevilla con Óscar Aguilera e Ignacio Achucarro (todos de Olimpia). Nosotros no íbamos por la plata, nos íbamos porque queríamos jugar nomás. Era como ir a agarrar un trabajo porque tenías que comprar todas tus cosas, tenías que alquilar casa, comprar para tu comida. Para nosotros en ese tiempo era una sorpresa”, relató “Mbatí” Agüero en amena charla con EXTRA.
Al gran paso...
El artillero paraguayo no dejaba de crecer y el salto de su carrera llegó en 1966 cuando llegó a Real Madrid, donde se convirtió en el primer paraguayo en levantar el trofeo de la antigua Liga de Campeones de Europa, en ese mismo año, al vencer en la final al Feyenoord de Holanda.
“En Sevilla jugó casi 5 temporadas, luego se fue de refuerzo al Real Madrid para la Liga de Campeones de Europa, justo le tocó entrar en la final. En el Real Madrid era difícil jugar pero por suerte a él ya lo habían visto jugar en un partido del Sevilla contra el Real”, narró su hijo Kike.
Su travesía en el equipo Merengue duró solo una temporada, luego se fue al Granada, pasó por el “Kelito” y terminó su carrera en el Deportivo Pereira de Colombia. Mbatí contó que luego de dejar el fútbol hacía “trabajitos” para conseguir un poco de dinero y mantener a su familia. “Cuando dejé el fútbol profesional me iba a buscar trabajo con algún conocido, por cualquier sueldo. Hacía cualquier trabajito de oficina”, relató el exatleta.
Juan Bautista pasó del éxito al anonimato, hoy en día son muy pocos los que recuerdan su histórico pasado. “Prácticamente ya nadie se acuerda de él. En el 2008 fue la última vez que le vino una invitación para el aniversario de Olimpia, pero como se cambió la directiva ya no saben nada de él”, remató su hijo. A sus 81 años, Mbatí es un cofre de las historias más enriquecedoras.