Adonde sea que va, la profesora Cristina Pérez de Martínez (73) lleva su infaltable bandera auriazul, como muestra de su inmenso amor hacia el Sportivo Luqueño. Ese sentimiento la llevó incluso a ser elegida madrina del club.
Cuando era niña iba con sus tíos a los entrenamientos y a los partidos del “Chanchón”. Otras veces le tocaba ayudarles a las señoras que cocinaban para los jugadores.
La profe ganó el título de “Chanchita Campeona”, a los 7 años, en una corrida que organizó el club.
Años después, el fanatismo de doña Cristina creció aún más con la llegada de sus hijos y luego sus nietos. En el 2015 viajó al Brasil detrás de su querido “Kure Luque”. Al siguiente año, una caravana de alrededor de 15 colectivos llevó a los fanáticos al Uruguay.
“Nos íbamos rezando para que gane Luqueño”, recordó la hincha incondicional. En su memoria guarda también el emocionante momento en el que el jugador auriazul, Alfredo Del Rosario Amarilla le dedicó un gol. “No me fui a la cancha porque era mi cumpleaños, pero estábamos viendo el partido y de repente Amarilla metió un gol, alzó su camiseta y debajo decía ‘¡felicidades, profe!’, rememoró emocionada Cristina.
DIVISIÓN INNECESARIA
“El pa’i García fundó Luqueño para unir a 3 clubes que estaban enfrentados y ahora es tan doloroso ver que la misma hinchada está dividida”, lamentó la docente, en cuanto a la separación y los incidentes que se dan entre la barra de Luque y los Chancholigan’s. “Alienten cantando, a lo Luque, como debe ser”, fue el encarecido pedido.
En cuanto a la conformación del plantel azul y oro, doña Cristina sostuvo que admira el desempeño del “pibe de oro”, Derlis Alegre, y le tiene fe a Julio Dos Santos y a Vladimir Marín.
En su familia hay dos futuros cracks del Luqueño, los mellis Emanuel y Valentino, quienes a sus 5 años ya demuestran su pasión por el deporte rey.