Cerca de 12 menores de edad que están en el Centro Educativo de Itauguá se anotaron para las clases de ajedrez de todos los martes en marco de un proyecto gratuito que imparte el ajedrecista Juan Ibáñez, alias John Q.
“A mí me sorprende el talento que hay. No sé en otras áreas pero en ajedrez me fui y encontré chicos que nunca agarraron un libro pero que por intuición juegan bastante bien. Quién te dice que el día de mañana no puedan salir de ahí y competir en torneos. Qué lindo sería eso, ¿no?”, expresó en contacto con el diario EXTRA.
Las clases iniciaron en diciembre, hubo pausa por las fiestas y se extenderán hasta febrero. El entrenador manifestó que el deporte es una gran manera de lograr la inclusión.
“Los chicos están contentísimos porque el ajedrez te ayuda con el tema del estrés, la ansiedad, a calcular, analizar, les enseñamos cómo pensar, cómo planificar. Es una serie de cosas que a ellos les entretiene y a ellos les deja un aprendizaje”, expresó.
John Q. indicó que también hace voluntariado enseñando ajedrez en San Lorenzo en forma gratuita en el barrio Capilla del Monte.
“Son dos contextos bastante diferentes, pero ambos son seres humanos que sienten, que deberían de tener las mismas oportunidades el día de mañana. En términos de pedagogía, obviamente (se encara) con mucha más paciencia con gente que está empezando, o gente que está privada de su libertad. Obviamente, hay que encarar de una manera más flexible”, dijo.
Manifestó que hay muchos ejemplos de personas que usaron el ajedrez para la recuperación del Alzheimer y que en las mismas cárceles hay muchas historias en todo el mundo.
“Hay una película que se llama ‘La Reina de Katwe’, situada en África, donde en una familia pobre una niña empezó a aprender ajedrez de manera fortuita y eso le llevó a ser conocida a nivel mundial y eso le sacó de su contexto de pobreza a ella y su familia”, indicó.
Además de las clases de ajedrez, los jóvenes realizan torneos internos y reciben charlas motivacionales en el Centro Educativo.