Un rostro poco frecuente pero que irradia enormes ganas de superación se ve en las canchas de la Liga Luqueña de Fútbol.
Se trata de Moisés Baruja, quien a sus 20 años juega como delantero en el equipo Juvenil del club Tetiente Herreros Bueno.
Él entrena desde los 10 años y comenzó en una escuela de fútbol en otro equipo del centro de Luque.
“Quería demasiado jugar”, recordó en entrevista a EXTRA.
Luego estuvo 3 años en las inferiores del Herreros Bueno y otros 3 en la Juvenil del mismo club.
Contó que nació con esa condición en la cara y que los médicos no le dieron un diagnóstico claro.
Pero cuando rueda el balón, él ya está en un mundo en el que disfruta y se siente pleno.
“Con mis compañeros todo bien, jugamos tranquilamente”, dijo.
También en sus tiempos libres le ayuda a su papá en los trabajos de albañilería.
Por la forma de sus orejas, admite que tiene cierta limitación al escuchar, aunque ve bien.
No rendirse
Moisés animó a todos los que tengan dificultades a no bajar los brazos.
“Mi sueño es jugar en la Primera”, manifestó.
Viene de una familia de deportistas. Su tío y sus primos son también futbolistas. Tiene tres hermanas y un hermano, quienes se van a verle jugar.