El árbitro de Villarrica, Alejandro Daniel Giménez, tiene otros dos trabajos por el sueño de la casa propia.
Su hijo de 8 años, futbolista de la Selección Guaireña de Futsal FIFA, le pregunta cuándo va a estar toda la vivienda.
Él tiene ese objetivo y vende remedios yuyos por las mañanas. De ahí va a una herrería donde fabrica básculas al lado de su casa, hasta las 18:00.
De noche, hasta las 22:00 o las 23:00, dirige partidos de futsal.
“Los jóvenes hoy en día no quieren más trabajar. Tengo 30 años y siempre me gustó trabajar y no tengo vergüenza de vender remedios yuyos porque mediante eso salgo adelante”, dijo a EXTRA.
Desde hace tres años que vende remedios camino al Hospital Regional y no le molesta que le digan “Yuyero sexy” por sus ojos azules, o “Yuyito del amor”.
Hace tres años que es árbitro también de fútbol de campo. Está en el Círculo de Árbitros de Mauricio José Troche y su sueño es ser réfere APF.
“El fútbol de campo ahora está parado porque terminó el campeonato. Ahora estoy metido en el Futsal FIFA en el que me recibí hace poco”, dijo.
Explicó que arbitrar en ambos deportes es distinto. Las reglas del futsal son diferentes y más complicados que las del campo, señaló. Su hija menor tiene tres años. Él almuerza en casa antes de pasar por la herrería.
Afirmó que los niños de hoy en día tienen más posibilidades de practicar el deporte. Recordó que, en su época, tuvo que acercarse a Asunción a practicar pero su carrera de futbolista no surgió. “Quiero estudiar en Asunción para ser APF y construir todo mi casa”, concluyó.