Se descontroló la final de la Liga de María Auxiliadora, Itapúa, por episodios de violencia. El árbitro decidió suspender el encuentro, tras lo cual un aficionado ingresó para trenzarse a golpes con los jugadores y los efectivos policiales. Terminó aprehendido.
Sucedió ayer en horas de la tarde en la cancha del club Nacional de dicha ciudad. El equipo local recibió al club Juventud de Tomás Romero Pereira. De acuerdo al informe de la Comisaría 16°, todo empezó con una agresión entre los propios futbolistas.
El incidente se pudo controlar pero quedó un ambiente tenso. “A los 42 minutos del segundo tiempo, del lado del público del Club Nacional lanzaron dentro del encuentro deportivo petardos”, relató el expediente policial.
Los explosivos afectaron a uno de los jugadores visitantes de nombre Ricardo Vera Méndez, quien sufrió lesión y fue trasladado por los bomberos al Hospital Distrital.
Ante esto, el árbitro decidió suspender el encuentro, momento en que ingresa a la cancha el aficionado Ángel Martínez, un agricultor de 35 años.
Golpeó con puños y patadas a los jugadores de Juventud y a los policías. Opuso resistencia y fue aprehendido. El hecho fue comunicado al fiscal Walter Castro, destaca el informe de la policía.
El partido correspondió a la final-ida y culminó 4-3 a favor de Juventud, con goles de Julio Duarte, Dionisio Valenzuela, Gabriel Bordon y José Fernández.
“No era nuestro aficionado”
El Club Nacional emitió un comunicado oficial en su página en Facebook aclarando que ninguno de sus hinchas estuvo involucrado en los incidentes ocurridos.
“Queremos manifestar nuestra preocupación por la incitación a la violencia que notamos en publicaciones realizadas por miembros y seguidores del club contrario en redes sociales. Este tipo de actitudes solo fomentan enfrentamientos innecesarios y van en contra del espíritu deportivo que buscamos promover”, destacó.
También denunció la “conducta antideportiva de ciertos jugadores en el campo, quienes, lejos de actuar con profesionalismo, realizaron señas indebidas y provocadoras, tanto hacia los aficionados como hacia sus propios compañeros de fútbol. Este tipo de comportamiento es inaceptable y no refleja los valores que el fútbol debe transmitir”.
Culmina el comunicado reafirmando reafirmando su compromiso, lamentando lo sucedido y reafirmando que tomará las medidas necesarias para evitar que hechos similares se repitan en el futuro.