A Miryam González casi le dio un patatus al darse cuenta que su vecino echó su árbol, ocasionando destrozos en su tejido y para el colmo, dejó las ramas tiradas en el arroyo que estaba al costado de su casa.
La mujer, quien vive sobre Perú 340 y 20 proyectadas, en barrio Obrero de Asunción, contó que con una lluvia eso podría causar una inundación en su hogar, ya que el agua no corría por las ramas.
Ante este lío, Miryam intentó por todos los medios hablar con los responsables de la tala del árbol, pero le cerraron la puerta por la cara.
Además, llamó a la Municipalidad de Asunción para que vayan a retirar las ramas, explicando que impide el paso del agua. Pero al no tener respuestas de ningún lado, tomó una simpática venganza.
La doña agarró alambre y clavo para colgar todas las ramas por la muralla de su vecino.
Guerra declarada
González explicó que hace rato el señor le decía que iba a cortar su árbol porque sus frutitas se caían en su propiedad y ensuciaba su casa. Pero ella no quería, ya que le protegía de la inundación.
Sin embargo, ayer cuando la señora se fue a trabajar el vecino aprovechó para cortar el árbol de la propiedad ajena, echando el tejido de la vecina y dejando sin retirar toda la basura