Historia de Fabiana
Respuesta:
No, no estás equivocada. No en vano dicen que “El que quiere casarse, casa quiere” y en este caso tu situación confirma esta frase.
Hay padres muy posesivos, especialmente las mamás que se niegan a aceptar que su hijo ya no es su propiedad y ven a la esposa de su hijo como competencia y ahí empiezan los problemas.
Son aquellas que necesitan tener el control de la vida de sus hijos en todo momento, saber lo que hacen e incluso saber lo que piensan, aunque sean mayores y ya no vivan con ellas.
El hecho de ir a vivir a la casa de ella, la han puesto en una situación muy ventajosa, generando una importante pérdida de autonomía e independencia de la pareja.
Es entendible, pero no aceptable, que el nivel de hartazgo te lleve a emplazarle a tu esposo a elegir entre su madre o vos. Lo mejor sería conseguir por las buenas el apoyo de tu esposo haciéndole comprender la importancia de priorizar la familia que han creado juntos.
Esto no se trata de elegir sino de ubicar a cada persona en el lugar que le corresponde. Podría ser que no toda la culpa la tenga tu suegra ya que también existe la dependencia materna en adultos. Es decir, que es un problema emocional caracterizado por una dependencia afectiva obsesiva de tu esposo hacia su madre.
Si es así, él debería ir a terapia para superar esa situación y cortar el cordón umbilical antes de tomar decisiones extremas como una separación innecesaria.
