Tengo 19 años. Me llamo Margarita. Soy del interior. Este año no pude irme a la facultad a estudiar, terminé el colegio y fue todo muy rápido el tema del inicio del cursillo e inscripción.
Mi idea es poder inscribirme para el año que viene y así rendir en la UNA, para estudiar la carrera de Tecnología en Producción.
Viví siempre con mis padres. Llegué a tener pretendientes en el cole, pero nunca nada oficial porque a mis papás luego no les gustaba que tenga novio. Decían que recién al terminar el colegio puedo tener.
Creo que tenían miedo de que me embarace siendo menor de edad. Yo siempre fui obediente, y no tenía luego de otra, no salía un paso de mi casa sin mi mamá.
Encima la escuela tenemos a una cuadra y mamá también era la presidenta de la asociación de padres de mi curso. Actividad que había en el colegio, actividad en la que mi mamá estaba.
Torneo, mamá iba, festival mamá iba, olimpiadas, mamá iba. Es decir, no había una sola oportunidad para portarse mal. Pero tampoco sentí la necesidad.
Claro, sí tuve ganas de tener novio, y capaz si podía me veía a escondidas con él que me gustaba, pero en el colegio tenía mucho miedo porque mi mamá tenía ojos por todos lados, me iba a pillar nomás luego sí o sí, le iban a contar.
Cuando tenía todavía 18 años, en enero pasado, porque hace poco recién cumplí 19, conocí a un muchacho muy lindo. Vino de vacaciones, es el primo de mi vecina. Mis papás ya no estaban tan rakate’y por mí, y el tipo era un buen partido, de plata, y estaba estudiando, 25 ya tiene. A punto de ser un ingeniero.
Pasó que parecía que quería tener algo serio conmigo, se iba a mi casa, pedía permiso a mi papá para llevarme a tomar un helado.
Pero un día que salimos era más o menos como las 7 de la noche, me quiso llevar a un motel, le dije que no, que nunca había tenido relaciones.
Estábamos en el auto, y le dije que me dé tiempo que eso era nuevo para mí. Bueno, se tranquilizó, y solo comenzó a besarme. Pero luego me empezó a tocar, le pedía que pare, no paró, y me tocó todo ahí abajo hasta que le grité que no. Yo ya estaba asustada y me sentía con asco. Nunca pensé sentirme tan humillada. Para mí fue traumático eso. Se enojó y se fue, ya no lo vi más.
Ahora el tema es que conocí a un muchacho por redes, es muy tierno y cariñoso y me estoy enamorando creo que. Pero me di cuenta que no quiero tener sexo, quiero tener novio, pero no sexo, y no sé cómo empezar una relación así.
La respuesta:
El hecho de que no hayas tenido tanta libertad explica por qué estas experiencias nuevas, como conocer chicos, te generan tantas dudas y emociones encontradas. No es raro que te sientas así después de haber vivido tan cerca de la mirada de tu mamá y con reglas tan estrictas. Lo que pasó con ese muchacho de 25 años suena realmente duro, y no es tu culpa haberte sentido humillada. El cruzó un límite que vos dejaste claro, y eso fue una falta de respeto. Es lógico que después de algo traumático como eso te cueste confiar o pensar en el sexo. Con este chico nuevo que conociste por redes, podrías empezar siendo sincera desde el principio: contale que te gusta, que querés algo lindo y cariñoso, pero que por ahora no te sentís cómoda con la idea del sexo. Lo importante es que te des la chance de sanar lo que viviste y construir algo que te haga feliz, sin presiones.
