Soy Diego y tengo 23 años y dos mujeres se embarazaron de mí. Todo ocurrió hace casi dos años. Cuando estaba en los primeros años de la facultad.
Mi primera novia se llama Sofía, ella fue mi primer amor también. Nos conocemos de toda la vida, desde preescolar por ahí. Desde el 9no grado que comenzamos a andar. Siempre tuve buena relación con sus padres. Aunque su papá, que es abogado, no siempre me recibía con una sonrisa.
Pasó el tiempo, nos graduamos de la secundaria y cada uno tomó una carrera diferente. Nuestros tiempos juntos comenzaron a hacerse más cortitos porque cada semestre que pasaba era más se ponía más difícil el estudio.
En ese lapso conocí a Camila. Ella siempre estuvo cursando conmigo, pero yo nunca la había prestado atención, hasta que nos tocó hacer un trabajo grupal. Ahí comenzamos a hablar más, a mensajear más por el trabajo práctico.
Tengo que aclarar que ni Sofía ni Camila sabía de la existencia de la otra. Teníamos poco tiempo los dos porque trabajábamos. Un día decidimos que si no nos juntábamos después de clases, no íbamos a lograr terminar el proyecto. Ella me dio la dirección, era un departamento y vivía ya sola. Eso me llamó muchísimo la atención y ya le veía como alguien muy empoderada y toda esa onda.
Con Sofía nos habíamos peleado justo unos días antes entonces no hablábamos. Cuando eran tipo 3:00 , le dije que me iba a ir nomás ya. Pero ella me propuso que me quedara porque ya era peligroso. Entonces Acepté. Esa noche no pasó nada de nada, pero mi mente no paraba de fantasear con ella. No sé qué me pasaba.
Pasaron los días, presentamos el proyecto, aprobamos. Pero el día que nos dieron la nota, me llegó un mensaje, era Cami, me reclamó que no me haya despedido “bien de ella”. Entonces vi la oportunidad y no desaproveché. Le dije que podía ir en los próximos días “más relajado”. Me dijo “Vení hoy”. Fui y tuvimos relaciones.
Pasó un mes y volví a hablar con Sofi, aclaramos todo. No le conté nada de Camila, porque no pensé que iba pasar lo que pasó. Se embarazaron. Con un mes de diferencia. Tuve que contar obviamente qué pasó.
Ahora que mis hijos están creciendo, necesito que se conozcan o vayan familiarizándose, aunque son pequeños aún, pero ninguna de las dos quiere ceder. Ya no estoy en pareja con ninguna, pero me gustaría poder intentar que mis bebés sientan el amor de hermanos.
Lo que uno desea para los otros, no siempre es lo que los demás necesitan. Por algo será que no estás con una de ellas como pareja, espero que hayan concluidos en buenos términos, y que si hubo una lección que aprender de esta experiencia . Con relación a que tus hijos pequeños se conozcan y frecuentes, no es mala idea, lo que es más, hasta capaz que le venga bien, pero recién cuando haya un poco más de madurez y entendimiento en ellos, esperá un tiempo, pero así también no les desampares, porque lo que hoy ellos necesitan, es más tu presencia afectiva y “efectiva” para su crecimiento y en un futuro no muy lejano, el conocerse como hermanos.