Me casé con un hombre que parecía ser sincero, buena persona, un hombre leal con su familia, pero todo esto cayó por el piso el día en que me falló.
Soy Juliana, tengo 34 años y mi esposo 40. Se llama Roberto, es guardia de seguridad, siempre veló por su familia.
Sin queja
Nunca tuve queja de él. Pero un día me salió con una locura que hasta ahora no logro entender. Nos casamos hace 5 años, tenemos un hijo chiquito. Nunca creí que me hiciera algo así.
Se metió con su compañero de trabajo, ya no sé qué lo que le gusta, porque encontré los mensajes asquerosos, de que se metía con el tipo. Le encaré y negó todo.
Le conté a una amiga todo eso, y lo peor de todo es que me dijo que también el tipo se metió con mi prima.
Ella les vio varias veces juntos.
Cuando se dio cuenta de que me perdía, me contó que su compañero supuestamente es el que le acosaba y que tuvo que acceder porque le amenazaba con contarme justamente que se mete con mi prima.
Ambos
Me dijo que sí le gustan los hombres también, pero que en este caso fue solo porque su compañero lo presionó.
Dice que no quiere quedar mal ante la sociedad, que si nos dejamos todos se van a enterar, y no sé si le interesa más aparentar o perder a su familia.
Ahondando más en el tema, amigos cercanos a él me preguntan que si yo nunca noté que es amanerado, y la verdad qué ni se me pasó la cabeza.
Para mí es un papelón. No puedo salir ni si quiera a la calle de la vergüenza, porque me parece como que todos ya sabían y yo no que él andaba así.
Amigo
En una oportunidad le encontré con un amigo en casa, y su actitud luego ya fue rara esa vez, y me viene a la mente todo eso ¿Es posible que le haya metido a sus aventuras así a mi casa?
Lo que más siento es por su hijo ¿No piensa acaso que en la escuela le pueden hacer bullying si llegan esos rumores?
Lo cierto es que él me pidió una oportunidad, me dijo que incluso vamos a ir al psicólogo y que se va a hacer chequeos médicos porque yo le reclamé que cuanta enfermedad que hay por ahí me puede mudar.
Ahora yo no sé qué decisión tomar. Estoy a la deriva.
Está mi hijo de por medio, pero siento mucha rabia por todo lo que me hizo pasar, todas las noches que lloré por él.
Mis amigas me dicen que él ya no va a cambiar, que me va a hacer lo mismo. ¿Qué hago?
La respuesta de la licenciada Paola Zapata: