08 abr. 2025

“Me juraba amor eterno, pero me dejó de la nada y destrozada”

Ayesa no se resigna a perder al amor de su vida y tampoco sabe qué hacer.

separados.JPG

Edith Moreno

Hola diario EXTRA. Soy Ayesa. Tengo 27 años. Me casé hace 5 años y hace 7 meses que nos separamos con mi marido. Él tiene misma edad.

La verdad que en mí hay mucho dolor todavía y no sé cómo procesar todo esto.

Él y yo nos conocimos cuando teníamos 14 años. Yo entraba en un colegio y él en otro muy cerca al mío. Siempre nos encontrábamos a la salida porque mi casa queda a dos cuadras y él esperaba colectivo para ir a la suya.

Así surgió el amor. Fue todo muy lindo, nos casamos hace cinco años, pero de novios mucho antes. Él me decía que yo era el amor de su vida, realmente parecía muy enamorado de mí. Sentía que me amaba a muerte, que no me dejaría por nada del mundo. Nada cambió en él. Sí unos meses antes de que nos dejemos lo vi raro, pero luego volvía a ser muy romántico y atento conmigo.

Raro

Hace siete meses que un día que llegué del trabajo me estaba esperando sentado en el sofá. Entré y lo noté raro, nervioso. Le pregunté que tal, me respondía cortante, hasta que me soltó de una : “quiero divorciarme”.

No entendía qué estaba pasando, le pregunté si era broma y me dijo que no, que era en serio. Por un momento pensé que me estaba preparando una sorpresa y era joda, pero no, era en serio.

Me dijo que se dio cuenta que dejó de sentir amor hacia mí y que necesitaba estar un tiempo solo, que no sabe si “más adelante” podría cambiar de opinión o arrepentirse, pero que eso quería ahora.

Tenemos una nena de 4 añitos y es la parte que más me cuesta. Fue muy duro esos primeros días sola en mi casa con mi hija, sin su papá durmiendo a nuestro lado.

Madre sola

Ser madre sola creo que es lo más fuerte que me tocó. Ese momento en el que querés solo un compañero que te ayude a cargar a tu hija, a bajar la fiebre o simplemente a calmarla cuando mamá necesita hacer otras cosas. Y no hablo solo de una cuestión de que me cansa, sino que me siento triste haciendo todo eso sin mi compañero de vida, sin aquel hombre que me prometió que envejeceríamos juntos.

Algo que siempre me decía mi mamá es “confía ciegamente en Dios, es el único que al final no te va a hacer daño, ni te va a dejar nunca sola”, pero ¿por qué Dios me dejó sin mi compañero de vida? Eso no entiendo, porque no soy una mala persona.

No me resigno hasta ahora, es como que no acepto y tengo una angustia constante, espero que un día vuelva y me diga que quiere a su familia de vuelta ¿Qué piensa?

La respuesta:

Hola querida Ayesa. Gracias por compartir tu historia. En este caso, puedo decirte que entiendo que te sientas triste y sola en estos momentos. Pero tu marido tomó esta decisión en su vida. Es un proceso de duelo, porque es una terminación de una relación que vos no pensaste que terminaría y menos así. En estos casos tenés que vivir un día a la vez. Si creés en Dios, refugiate en él, en seres queridos, amistades que puedan aportarte experiencias positivas y de a poco lograrás superar esta situación y entenderás que no fue tu decisión y que tenés que salir adelante por tu hija y por vos. Tienen una vida por delante.

Psicóloga Clínica