19 abr. 2025

“Me declaré a mi amigo, me dijo que es gay, pero sé que me miente”

Jazmín hace poco descubrió que tiene novia y prefirió alejarse. Contó que se enamoró, pero no sabe si volverá a abrir su corazón.

e743450a-947b-42fb-a085-38862e63f7f9.jpg

"Él siempre me pareció un chico muy bueno, atento y caí en la idea de que sería una buena pareja”, dijo Jazmín.

Foto ilustrativa

Siento que ya no soy la misma de antes. Perdí la confianza en mí misma y en el amor.

Me llamo Jazmín, tengo 30 años y siempre fui una mujer tímida, con muchas inseguridades. Me miro al espejo y no me gusto. Siento que soy fea, tengo el pelo cortito a veces la gente que no me conoce me tienta y me dice que parezco un mita’i. Soy gordita y, además, soy disléxica. No es fácil vivir con eso. Pero también sé que soy una buena persona, con un corazón enorme, aunque a veces nadie lo note.

Hace un tiempo me gustaba un chico. Era mi amigo, y yo me aferré a la idea de que tal vez él podía verme de otra forma. Un día junté todo el coraje del mundo y le escribí una cartita, diciéndole lo que sentía. Su respuesta fue que era gay.

Él siempre me pareció un chico muy bueno, atento y caí en la idea de que sería una buena pareja y, ¿por qué no, un buen papá? Pero hasta me hice la idea de que podíamos casarnos. Al menos ese es el sueño de toda mujer soltera. Pero eso no pasó, porque él me lo dijo tan directamente y sin titubear, sin pestañear, sin arrepentimiento. Sin embargo, nunca noté nada diferente en él o algún rasgo de que demuestre que es homosexual.

Cambió mucho

Yo le creí, porque confiaba mucho en él. Quedé triste, pero traté de entenderlo, hasta que, más adelante, lo vi con una chica. Ya tenía novia.

Ahí descubrí que me mintió, simplemente no quiso decirme que no le gustaba o tal vez no me quiso lastimar, al menos eso quiero creer.

Pero lo que más me duele es que, después de declararme a él, simplemente se alejó de mí y dejamos de ser uña y mugre.

Al final siento que abrir mi corazón lo espantó. Esa experiencia me rompió por dentro y desde entonces me cuesta confiar en los hombres.

Me encerré en mí misma, dejé de gustarme y de creer que algún día alguien podría verme con amor.

Yo solo soy una persona en busca del amor verdadero, del amor romántico. Quiero despertar y que el amor de mi vida me pregunte cómo amanecí, que al salir del trabajo me invite a tomar un helado o a la plaza del barrio: me gustan las cosas sencillas, porque así soy yo.

Por mucho tiempo dejé de frecuentar lugares o comprar ropa, porque mis amigas me dijeron que de esa manera me sentiría mejor.

Ahora me gusta otro chico, pero no me animo a decirle nada. Me paraliza el miedo al rechazo, a volver a sentir ese dolor. Tengo tanto guardado que ya no sé si el problema soy yo o si simplemente no nací para ser amada.

La respuesta

Entiendo lo difícil que debió ser para vos abrirte y enfrentar ese rechazo, especialmente con las inseguridades que describís. Sos valiente por haber dado ese paso a pesar de tus miedos, y eso dice mucho de tu fortaleza. Que aquel chico no fuera honesto contigo no refleja tu valor como persona; tus cualidades, como ser una buena persona, son lo que realmente importa, y alguien que te valore de verdad las verá. Lo que viviste te dejó una herida, y es normal que ahora sientas miedo de volver a confiar. Pero no dejes que esa experiencia te cierre al amor. Este nuevo chico es una oportunidad distinta; podrías empezar por conocerlo más como amigo, sin presionarte, y poco a poco ir construyendo confianza. Tómate tu tiempo, querete como merecés, y recordá que tus inseguridades no definen quién sos ni lo que podés lograr.

Psicólogo, sexólogo, especialista en parejas.