Hola diario EXTRA. Me llamo Luzma, tengo 40 años. Estoy pasando por una situación bastante complicada con mi matrimonio.
Mi marido está con una jovencita de 25 años. Él tiene 37. Somos los tres de la misma ciudad, en el interior del país estamos. Como se suele decir, pueblo chico, infierno grande, nos conocemos todos y nos enteramos de todo.
Hoy mi familia es el centro de atención por la estúpida, bandida esa que se metió en mi hogar. Encima que tenemos dos hijos ya, una nena de 4 añitos y un varón de 8 años.
A mí me contaron que mi marido se metía con esta muchacha. Yo creí desde el primer momento, porque ya antes me había puesto los cuernos, pero pasó, nos arreglamos y parecía que él había cambiado.
Entonces yo le escribí a reclamar a la nena, porque me conoce, suele venir a comprar de mi local y me hablaba como si nada, de mil maravillas la hipócrita.
Aventura
Ella no me negó que tenía esa aventura con mi marido, es más, me dijo que “vamos a ver con quién se queda”. Se atrevió a decirme que es él que debe elegir y no yo.
Me dijo que no le importa que él esté casado, que él le prometió que me dejaría, y que ella no va a descansar hasta que le cumpla.
Yo siempre fui muy coqueta y me encanta usar tacones y combinar los colores. Entonces esa chica empezó a comprarse el mismo outfit. Si yo un día me visto de amarillo por ejemplo ella se va, y trata de comprar la prenda más similar a la mía y utiliza esa.
A mi marido le reclamo, me niega a muerte, no tiene nada de ella en su celular, ni si quiera un mensaje le encontré.
Pero sé que en fiestas o encuentros con amigos de ella suele acompañarle, como si fuera su pareja, pero él a mí me niega, me trata de loca. Incluso le digo que si sigue así vamos a terminar, él solo se hace del desentendido y se va. O termina la discusión en la cama, pero no habla del tema, solo dice que invento cosas.
Mientras tanto yo sé que es un secreto a voces su relación.
Ella hace poco se recibió y alzó flores que él le regaló y pone en su Instagram las iniciales de él agradeciéndole a su “amor”. No sé qué hacer, no quiero destruir esta familia principalmente por mis hijos. Dejarle sería como volver a empezar. Yo tengo como mantenerme.
Y siendo sincera, si le dejo siento que ella gana. No quiero eso. Además le quiero a mi marido.
La respuesta:
Es importante que consideres tus opciones con claridad. No te sientas presionada a tomar una decisión inmediata; tomate el tiempo necesario para reflexionar sobre lo que es mejor para vos y tus hijos. Si bien el amor que sentís por tu marido es un factor importante, también debes pensar en tu bienestar emocional y en el ejemplo que deseas dar a tus hijos sobre el respeto y la lealtad en una relación. Buscar el apoyo de un profesional, como un terapeuta, podría proporcionarte un espacio seguro para explorar tus sentimientos y tomar decisiones con mayor claridad. Recordá que tu valor no está determinado por lo que él haga, y que merecés una relación basada en el respeto y la honestidad.
