Una paciente que se hace todos los días su diálisis en el hospital de Clínicas acudió el martes pasado un poco bajoneada.
Llegó así con algo de ansiedad y en esas condiciones no podían realizarle su tratamiento en forma.
Para robarle una sonrisa, su enfermero, Hernán León, le llevó el desayuno y la mujer de 52 años pidió que pongan cumbia.
Pusieron la cumbia que pidió y se pusieron a bailar. Le agarró de la mano a la doña y al instante le calmó el humor para todo el día.
Otra paciente vio el espectáculo y también acostada pidió que se le incluya en la fiesta.
León sacó su lado artístico porque además de enfermero es Dj y animador los fines de semana.
La salud depende enormemente de las emociones que dominan nuestro día a día.
Hay muchas enfermedades que nos inventamos en nuestras cabezas y se hacen realidad.
Mantengamos viva la llama de la alegría y hagamos que se disperse con nuestra actitud, que al vernos digan que dejamos huellas.
Tenemos que salir a luchar porque Dios no nos va a dar pruebas que no podamos superar. Tenemos que ser el pañuelo que ayude a levantar el ánimo de nuestros semejantes. Algún día les vamos a necesitar también a ellos para levantar cabeza.