Una niña de 11 años llamó Fono Ayuda y denunció a su mamá. En el poco tiempo que tuvo para hablar contó que ella y su hermana eran constantemente golpeadas y pidió que les ayuden a salir de la casa.
En el juicio, la nena confesó que la mamá la pegaba tanto que perdió la audición en uno de sus oídos. Pero lo que llevó a la nena a pedir ayuda fue el miedo a ser víctimas del padrastro. La pareja de la señora las espiaba mientras ellas se bañaban y siempre buscaba la manera de tocarlas.
La Fiscalía informó que, de enero a junio de este año, recibieron 1495 denuncias de abuso sexual en niños y que en el 90% el agresor era un familiar o persona cercana a la familia.
Urge que los padres sean educados en la crianza de los hijos. Las entidades como Codeni, Ministerio de Ñinez y la Fiscalía, además de castigar conforme a la ley, deben de trabajar en la prevención de los abusos.
La sociedad puede hacer lo suyo. En las iglesias, clubes y centros asistenciales pueden debatir sobre la problemática y ayudar a que el mensaje llegue. Todos podemos ayudar a que el mundo de los niños sea un poco mejor.