Muchos ya se entregan a los 65 años, pero otros siguen remando, dejando atrás los mitos de la edad porque saben que todavía tienen mucho para dar.
Es la historia de Ramona Sosa de Sosa de Fuerte Olimpo, Alto Paraguay. Ella acaba de defender su tesis para recibirse de enfermera.
Sus compañeros le decían la mamá guasu y los profesores la tenían como ejemplo.
Mencionó que antes reclutaban como enfermeras a personas que terminaron el 6to. grado y les capacitaban por el camino.
Ahora el Ministerio de Salud exige título y por eso se tuvo que capacitar.
Así es todo en la vida. Tenemos que formarnos continuamente, más allá de que ya nos salgan canas.
Porque el estudio no tiene que ser algo que nos obligan a hacer, tiene que nacernos de adentro para poder superarnos, para dar lo mejor que tenemos.
La vida es muy corta y solamente si nos capacitamos damos un buen uso del tiempo que tenemos.
A la larga las satisfacciones que entrega el estudio son mucho mayores.
Algunos dirán que estudiaron en vano porque no ejercen su profesión, pero con eso que aprendiste podés hacer miles de cosas y emprender algo propio. Solo depende de vos.