Una familia fue atacada con piedras y mangos en su propia casa, mientras realizaban un culto religioso en su patio.
Grisel Torales, contó a EXTRA que cada martes se reúnen en la casa de su mamá, que está en el barrio centro de Ypané, para orar y alabar entre familias a Dios, sin embargo, desde hace dos martes, son atacados por un vecino, que desde su propiedad les tira cosas.
“La vez pasada tiró una feroz piedra, que le acertó a mi primita de 6 años, en la espalda y le dejó raspones y con mucho dolor. Mi mamá se fue al día siguiente en su casa para hablar con él, pero le tiró un extinguidor por la cara. Es muy violento este señor”, se quejó.
El martes, la familia se reunió nuevamente para orar y el vecino reanudó sus ataques, lanzando mangos hacia la casa como si fuera una “lluvia” de mangos. La familia tuvo que correr para refugiarse bajo un techito.
El supuesto vecino ñaña se mudó al barrio hace como un año más o menos, es director de un colegio privado, según los datos que pudieron averiguar.
“Lo raro para nosotros es que solo cuando oramos el señor ataca, la oración parece lo que no le gusta, porque tampoco ponemos en altavoz o qué para decir que es polución sonora”, dijo la afectada.
Música fuerte
Por otra parte, mencionó que del otro lado de la casa del vecino, está un taller mecánico, donde escuchan música a todo volumen tanto el dueño como los clientes y el señor no dice ni hace nada, por lo que deducen que la oración es lo que no le gusta.
El culto dura solo una hora y luego los presentes se quedan a compartir una cena con la familia, según explicó.
Los afectados solo exigen respeto y tranquilidad para poder practicar su fe sin interferencias ni agresiones ya que hay muchos niños que pueden ser lastimados con los ataques de este señor.
Denuncias
Grisel explicó que ellos primero quisieron solucionar por las buenas, ya que son vecinos, pero como el señor no pone de su parte, ellos decidieron realizar la denuncia policial.
“Lo de las piedras no se denunció, porque pensamos que ya iba a calmarse, pero para evitar cosas peores ya no vamos a dejar así nomás”, dijo la chica.
El próximo martes volverán a reunirse, pero tienen miedo de volver a ser agredidos por el vecino. “Mi mamá no cuenta con un espacio grande bajo techo, por eso nomas nos reunimos en el patio, pero no por eso nos deben de tirar cosas”, agregó la afectada.