Dos ladrones se llevaron el susto de sus vidas tras ingresar a una casa a robar: terminaron llorando y suplicando a vecinos que no les hagan nada, prometiendo que nunca más van a robar.
Eran las 04:00 de la madrugada, cuando los ladridos del perro despertaron a Sebastián Vera, que no hizo mucho caso, creyendo que solo ladraban a gente que pasaba por la calle, pero una explosión hizo que se levantara de la cama.
“Cuando miré por la ventana, vi a un señor en mi patio y le pregunté qué hacía y me dijo que juntaba latitas. Casi le creí, pero ahí mi hijo vio que estaban llevando conservadoras y cervezas, que es lo que se les cayó y parecía tipo una explosión”, contó a EXTRA el afectado.
Enseguida el don avisó a sus vecinos del barrio Centro de Concepción, quienes salieron a la calle y rodearon a los bandidos, que no pudieron escapar. “Uno salió con machete y dijo que le cortemos la mano, otro dijo que mejor los dedos nomás y que si vuelven a robar otra vez, ahí recién cortarles las manos. Ahí comenzaron a culparse entre ellos (los ladrones) y llorando pidieron otra oportunidad y prometieron que no van a robar más”, contó don Sebastián.
Le hicieron cantar
Entre los vecinos hablaron y decidieron soltarles, pero antes les mandaron hacer ejercicios. “Una profe de Educación Física les dijo que hagan lagartijas (flexiones de brazo) y payasitos, luego me acordé que cuando estaba en el cuartel nos hacían cantar La vida me engañó y les dije que canten, luego les soltamos”, manifestó el lugareño.
Explicó que no llamaron a la policía porque a pesar de que la comisaría está a solo 3 cuadras de su casa, tardan horas en llegar y prefirieron dar una lección a los ladrones, dejándoles en claro que si vuelven a robar los castigos serán más severos.
En Encarnación, un ladrón de gallinas fue pillado y capturado por vecinos el miércoles pasado: fue golpeado, rapado y atado por una columna de la ANDE, con un cartel que decía: “esto me pasó por robar”.
El joven identificado como Jorge Allende fue entregado a la policía, pero horas después quedó en libertad y sus familiares denunciaron a los pobladores por agresión.