Leonardo Giménez Brítez estaba trabajando en su casa cuando la muerte llamó a su puerta. Por el calor agobiante de estos días iba a colocar un acondicionador de aire y para eso hacía un corte en la pared con un esmeril eléctrico (la máquina para cortar pisos y otros materiales).
Al parecer, la máquina se rompió y el disco se incrustó en su barriga. En ese momento estaba su señora Natalia Leguizamón, que lo auxilió hasta el hospital general de Santa Rosa del Aguaray.
Según el informe policial, llegó a atenderlo el doctor Luis Monges, pero el corte era tan grande que el paciente no logró resistir.
Tras los exámenes forenses, el cuerpo fue entregado a la esposa para ser velado.