31 ene. 2025

Suspenden una capilla de Itauguá por un año

Fieles anuncian protestas y cierre de rutas. No cumplen con la línea pastoral, según explicación.

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Miembros de la capilla San Rafael Arcángel están en vigilia constante por la decisión del pa’i.

Gentileza

La comunidad de Itauguá Guazú se encuentra dividida. La semana pasada, la capilla San Rafael Arcángel fue suspendida, y ya no se podrán realizar sacramentos: bautismo, confirmación, eucaristía, etc.

Los fieles comenzaron a alborotarse y corrió el rumor de que, de las 64 capillas dependientes de la iglesia, 10 también fueron sancionadas.

Fautino Arrúa, miembro de la Capilla San Rafael, señaló a EXTRA que el secretario de la parroquia, Fernando Amarilla, comunicó verbalmente del tema al coordinador Emilio Carrillo y a las demás capillas, sin siquiera entregarles una nota o documento.

Arrúa dijo que juntarán firmas para exigir saber el motivo de la suspensión, que será entregada a monseñor Joaquín Robledo, obispo de la Diócesis de San Lorenzo.

“La gente está preparada ya para hacer ollas populares frente a la capilla, poner carpas y cerrar unos 5 a 10 minutos las calles”, advirtió.

Por su parte, el pa’i de la parroquia Nuestra Señora del Rosario de Itauguá, Pedro Brítez, confirmó que solamente la capilla San Rafael se encuentra suspendida y no 10 como se menciona, debido a que las mismas no cumplen con la línea pastoral.

Contó que sus miembros incurrieron a una serie de irregularidades.

“Por ejemplo, realizaron una fiesta de cumpleaños sin permiso, pero esa vez les di una advertencia, que eso no se hace. No corresponde en una capilla y eso está regulado por el derecho canónico”, explicó Brítez.

Son rebeldes

El religioso contó también que siempre están cuestionando sus decisiones, porque las veces que propone una actividad, ellos se oponen, como la refacción del techo, que está siendo consumido por las termitas (cupi’i).

Brítez contó que no hicieron caso a su pedido y lo tomaron como chiste, porque la intención de los mismos es convertirse en parroquia; Además están construyendo “una casa parroquial”, para tal efecto.

La otra cuestión es el monto del certificado de la primera comunión: de G. 30.000; la iglesia pidió cobrar G. 40.000, pero la capilla se opuso y sus miembros se enojaron.

El cura dijo que no le quieren obedecer y se están ensañando con él en las redes sociales, donde amenazan con hacerlo correr de la parroquia.

“Yo les avisé que no iban a activar este año y elevé un informe al obispo. Son desobedientes, incluso ya son hostiles. Son argeles, y esta gente no entiende la fe, no entiende la iglesia y lejos están de la evangelización”, indicó Brítez.

Tiene miedo

El padre Pedro Brítez manifestó a EXTRA que ya es difícil trabajar con los miembros de la capilla, al menos por este año; tampoco sabe si después lo hará, porque tiene miedo por su integridad, porque los mismos son violentos.