La historia de superación para convertir su sueño de niña en realidad de la nativa Chamacoco, Angelina Esperanza Báez Martínez (24), da mucho que hablar.
Ella hoy es suboficial ayudante de Policía y forma parte de la primera promoción de mujeres del Primer Curso Táctico de Intervenciones Urbanas de la FOPE.
Estar allí le significó salir de su comunidad Chamacoco Yshyr Ybytoso, ubicada a unos 4 kilómetros de la ciudad de Bahía Negra, Alto Paraguay (Chaco), a 815 kilómetros de Asunción.
Un solo zapato
Ella recordó que la escuela la terminó en su comunidad. Como allí no había secundaria, debía caminar más de 3 kilómetros al día, para poder llegar al Colegio “ Rojas Silva” de Bahía Negra. “Tenía un solo, zapato, un solo champión, pero me iba al colegio con frío, hambre, calor. Yo estaba convencida de que debía terminar el colegio para ser Policía”, señaló.
“Lo único que me detuvo para estudiar fue que me embaracé, pero después de dos años, volví con todo”, añadió. Lo que no sabía era que la vida le depararía otra sorpresa, pues volvió a quedar embarazada.
“Mis padres estaban muy dolidos, pero yo tomé la decisión de no dejar mis estudios. Para eso tuve que trabajar en un copetín, para sostenerme y sostener a mis hijos. Así llegué a terminar el bachillerato. Allí tuve que enfrentar mis miedos para ir a Asunción”, recordó.
Esfuerzo
“A mi hijo le dejé con una tía y a mi hija con mi hermana. Recuerdo que, cuando tuve a mis hijos, en mi comunidad me dijeron que siempre iba a estar en una pieza y que iba a estar tirada en el ‘bajo’ porque no tenía pareja. Eso me dio más fuerzas para seguir luchando y así vine a Asunción. Debía demostrar a los que me juzgaron que yo iba a tener una profesión. Ahora cumplí mi sueño, pero no le tengo odio a aquellos que señalaron”, aseguró. Su hermana Angelice también es policía. “Muchas chicas, al vernos, decidieron probar para ser policía. Este año probaron 15 hermanas Chamacoco y solo dos pudieron entrar”, concluyó.