Un veterano de la guerra de Malvinas recordó los momentos más duros en las islas, cuando sus soldados se aferraban a la fe para poder continuar, y una de las historias que quedó grabada en su memoria fue la de un soldado devoto de la Virgen de Caacupé.
El coronel Esteban Vilgré Lamadrid, que en la época de la contienda era subteniente, contó que había un combatiente que le pedía protección a la Patrona del Paraguay. Se llamaba Héctor Guanes, apodado “Negrito”, y era de Formosa.
Vilgré Lamadrid tenía devoción por la Virgen de la Inmaculada Concepción, Patrona de la Infantería, cuya fiesta es también el 8 de diciembre. Mencionó que una noche pilló al formoseño usando una lucecita en su carpa y estuvo a punto de retarle por poner en peligro al regimiento, pero cuando supo lo que estaba haciendo, no pudo enojarse con él.
“Veo un reflector adentro de una posición y subí hecho una yarará porque ese soldado estaba delatándonos a todos. Cuando hablo el paño de la carpa veo al soldado Guanes. Lo iba a retar pero lo veo con una estampita y un pequeño calentadorcito que iluminaba y le digo ‘qué haces’ y me dice ‘estoy rezando, mi subteniente’”, relató al periódico Jujuy al Momento.
“Le pregunto: ¿y esta virgen qué es? Me dice ‘es la Virgen de Caacupé, me la dio mi vieja. Estaba rezando le pedía por mi familia, le pedía que me cuidara y que si me tengo que morir morirme rápido’”, añadió.
La respuesta del coronel fue: “No sabemos qué es lo que Dios nos tiene preparados, ni como nos tiene que llevar, ojalá que sea así como decís”. Le pidió que apague la luz y se fue.
Por desgracia, Guanes falleció en combate, durante la Batalla del Monte Dos Hermanas, que se desarrolló entre el 11 y el 12 de junio de 1982.
Un proyectil inglés explotó entre los argentinos y Guanes quedó muy malherido. Vilgré Lamadrid fue junto a él y le propuso rezar. “Le dije ‘negrito, negrito vamos a rezarle aunque sea un poquito a la Virgen de Caacupé’. Él trataba de rezar como podía y eso le trajo un poco de paz antes de que perdiera el conocimiento”, contó.
“De alguna forma mientras el trataba de rezarle a nuestra madre, nuestra madre lo iba durmiendo despacito”, dijo el veterano.
Hoy en día, una escuela de la ciudad de Paso del Rey, en la provincia de Buenos Aires, lleva el nombre de Héctor Guanes, por votación de los alumnos en 2017.
Una placa marca también el lugar donde él falleció.