Adriana Meza (38) denunció a inicios del mes de octubre que su auto Toyota Vitz fue desarmado en el corralón municipal de Encarnación y hoy se encadenó frente a la comuna exigiendo una solución.
El 6 de junio pasado, la joven sufrió un accidente rutero, por esa razón su vehículo fue a parar al corralón municipal. Juntó la plata de a poco y pagó G. 615.000 por la multa. Fue hasta el corralón para retirar su rodado y llevarlo al taller mecánico, pero lo encontró hecho chatarras.
“No tenía motor, no tenía tablero, no tenía las cuatro ruedas”, lamentó la afectada.
El señor Cristhian Rienzi, director de Aseo Urbano y jefe de taller, no dio ninguna explicación a la dueña del vehículo. Le insistió para que retire los restos de su rodado y que lo venda, según manifestó la víctima.
Adriana hizo la denuncia ante la Junta Municipal de Encarnación y al Ministerio Público, pero no consiguió solución. Encadenada frente a la comuna espera justicia ya que con el sudor de la frente logró comprar el rodado.