Se van ultimando los detalles para el traspaso de mando el próximo 15 de agosto.
Santiago Peña asumirá como nuevo presidente de la República en un evento que tendrá como costo total G. 12.880 millones.
El Gabinete Civil de la Presidencia llamó a licitación pública para la ceremonia de transmisión, cuyo presupuesto es de G. 5.880 millones, en tanto que Cancillería Nacional presupuestó G. 7.000 millones.
Y, en medio de todos los preparativos que se van realizando, uno de los detalles que llamará poderosamente la atención será el móvil que utilizará el mandatario electo.
Según fuentes, Peña decidió no ir en el histórico vehículo perteneciente a la familia Abdo Benítez.
El Chevrolet Caprice descapotable año 1967 blanco es el auto terrestre que más presidentes ha movilizado en toda la historia. Fue comprado por don Mario Abdo de Brasil en 1969 y fue utilizado primeramente por Alfredo Stroessner, desde los 70 hasta 1989.
Sin embargo, en esta ocasión el político colo’o perteneciente a Honor Colorado optó por utilizar un Rolls Royce Corniche convertible, cuyo color y año no precisaron. Pero mencionaron que con ese vehículo Peña se trasladará desde el Palacio de Gobierno hasta la Catedral Metropolitana para el Te Deum.
Rara coincidencia
Los Abdo en varias oportunidades prestaron el auto blanco y el último en seguir con la tradición fue su dueño: Mario Abdo Benítez.
Quienes también desfilaron por el microcentro en el legendario móvil fueron Andrés Rodríguez, Juan Carlos Wasmosy, Luis González Macchi, Nicanor Duarte Frutos y Horacio Cartes.
Pero Peña no es el primero en romper con la costumbre del auto blanco, ya que Raúl Cubas Grau y Fernando Lugo también optaron por ir en otro tipo de móvil. El primero de ellos, por una cuestión de seguridad prefirió utilizar otro vehículo, en tanto que el exreligioso eligió un jeep militar el día de su asunción. En torno a estos hechos existe una rara coincidencia y es que justo aquellos que no eligieron al Chevrolet Caprice no terminaron sus mandatos. ¿Podrá Peña terminar el suyo?