Una grata sorpresa se llevó el agricultor Narciso Vázquez, cuando fue a su chacra para cosechar la mandioca, que plantó hace dos años, en Itapúa Poty.
Al estirar la primera rama, no podía sacarla solo con la fuerza de sus manos, por lo que recurrió a una pala. Al cavar, no podía dejar de estar sorprendido, ya que la mandioca parecía no tener fin. Al cabo de unos minutos de trabajo pudo sacar la enorme mandioca que midió dos metros de largo.
No sabe si la venderá
Hasta ayer, don Narciso no sabía qué hacer con su producto, si disfrutar una rica mandioca frita o venderla.
El ingeniero Agrónomo Gabriel Paniagua explicó que, según los nutrientes concentrados en la tierra, una mandioca puede crecer con esas dimensiones.