“Chancho, chancho” gritó varias veces doña Carolina Sotelo (73) pero ni ¡oinc, oinc! escuchó.
El animal había salido junto con sus hermanitos y otros animales alrededor de las 11:00 del miércoles último, pero solo él no regresó a su casa ubicada en la compañía San Antonio Guasu de San Pedro del Paraná (Itapúa).
Al pasar las horas, la mujer comenzó a desesperarse, entonces le pidió a un vecino que busque a su rymba kure con la ilusión de encontrarlo sano y salvo.
Sin embargo, el hombre volvió y le dio una mala noticia; le dijo que estaba en casa de Rolando M, de 26 años, pero no de la manera en que ella se hubiera imaginado.
El joven había matado al chancho ajeno en su patio y fue pillado mientras le faenaba.
Al día siguiente lo volvieron a soltar
La doña no tuvo de otra que llamar a la policía, porque no era la primera vez que es víctima de robo por parte del mismo muchachito.
El comisario Roberto Paredes, jefe de la comisaría 48° San Solano, mencionó a EXTRA que Rolando es “habitué de ese tipo de situación”.
“Roba animales domésticos: gallinas, chanchos, constantemente”, señaló a EXTRA.
Por su parte, doña Carolina contó a nuestro medio que él también entra en las huertas ajenas para llevar maíz, batata y mandioca, entre otros productos. Por esa razón los vecinos le tienen miedo, pero también están hartos.
“Cuando me avisaron que mi chancho estaba siendo faenado, me dijeron que vaya a traer por lo menos la carne, pero no quise ir sola y por eso le llamé a la policía”, recordó.
Los uniformados fueron hasta el lugar de los hechos, pero ni rastros había del animal, pero rodearon el lugar.
“No me quería luego entregar, incluso se escondió en su pieza con mi chancho, entonces yo le dije que me dé bien nomás la carne, porque ya perdí”, he’i.
Tras minutos de negociación el vecino le devolvió los restos de su kure’i.
10 años de martirio
Pobladores ya no saben qué hacer
Doña Carolina mencionó que tanto ella como los vecinos de la zona viven un suplicio desde hace 10 años, por los constantes robos.
El supuesto ladrón “trabaja” en eso, porque luego de carnear a los animales ajenos, él sale a vender sus restos y de eso compra cerveza y toma con su señora con quien escucha música a todo volumen.
Rolando M., solo estuvo encerrado por unas horas, porque ayer el fiscal Ever García ordenó su libertad.