Una llamativa escena se vivió en el juzgado de Caaguazú este viernes. Una madre, junto a su abogado, fueron hasta la sede judicial para dejar una motito perteneciente a su hijita de 3 años. ¿Por qué? Porque el padre dijo que él compró.
La historia de L. (37) no comienza con el papelón de llevar un juguete que le había regalado el padre a su beba por Navidad, sino mucho antes.
L. denunció al padre de su hija por violencia. En medio de la denuncia, se ordenó alejamiento en contra de la víctima. Desde ese momento, el hombre pidió que se le regresara todas las cosas que había comprado, mientras duró la relación. Él aseguró que convivieron, pero la mujer asegura que nunca lo hicieron.
Wilson Coronel, abogado de la mujer, indicó que ellos tuvieron una relación amorosa que duró un par de meses, en pandemia y fruto de esa relación nació la bebé.
“Ellos convivían en conflicto, porque el señor, que es un comunicador de la ciudad, es muy autoritario. Ella sufría y sufre de violencia psicológica. Este señor usaba su posición como comunicador para coaccionarla”, indicó.
Violencia
La coacción implicaba amenazas, humillaciones y otros malos tratos, para volver a tener relaciones sexuales, a lo que la señora ya no accedía.
“En Navidad pasada, él le escribió un mensaje y le dijo que le iba a entregar la moto. Entonces mi cliente le llevó a la casa a su hija. Al momento de retirarla, la nena comenzó a llorar porque quería llevar su moto a su casa”, comentó.
Agregó que una nueva violenta discusión se generó en ese momento.
“Se estironearon por la motito. La madre alzó el juguete a su vehículo y llevó. La nena vio esa pelea y quedó traumada”, indicó.
La acción judicial se dio porque él hombre alegó que él compró el juguete, presentó una factura a su nombre, por lo que un juez decidió que sí correspondía. Al parecer, el progenitor solo quería que el juguete sea usado mientras la nena estuviera en su casa de visita.
“El trasfondo no es tanto el juguete, aunque es una niñita que quería seguir utilizando su regalo, sino la violencia. Después de muchos intentos, la señora recién el 17 de febrero tiene una cita con los psicólogos del Ministerio Público”, dijo.
Llevó otras cosas
El abogado indicó que el señor también había solicitado el retiro de otras pertenencias, como una caminadora y una parrilla.
“Cuando se da una separación, se suele pedir llevar las cosas personales, cosas esenciales de su trabajo. En este caso, no hubo ningún problema en entregar estas cosas, porque ellos no convivieron”, finalizó.