Don Pablo Aguilar es un humilde vendedor de yerba mate a quien, a raíz de una enfermedad, le amputaron ambas piernas. Sin embargo, para el hombre de 55 años, su discapacidad nunca fue un motivo para dejar de luchar y todos los días sigue trabajando para llevar el pan a la mesa.
Con su silla de ruedas siempre se lo veía recorriendo las calles de Concepción para ofrecer sus productos. Pero, gracias a la solidaridad de los concepcioneros, los días bajo la lluvia y el sol por fin terminaron; luego de 12 años de trabajar sacrificadamente, don Pablo recibió una hermosa sorpresa que lo llenó de emoción.
El profesor Crescencio Ruiz dijo a EXTRA que vio la necesidad por la que estaba pasando don Pablo y no dudó en ayudarlo.
Con un grupo de amigos, comenzó una campaña para recolectar dinero. En un principio tenía planeado comprarle una silla de ruedas eléctrica, pero con el tiempo surgió algo mejor. Con ayuda de Sergio Vázquez, un conocido herrero de la zona, lograron fabricar una silla de ruedas motorizada.
“Daba lástima verlo ahí con su silla de ruedas empujando todos los días , entonces a raíz de una publicación mía y el apoyo de los amigos, hicimos una campaña para intentar alegrar la vida de don Pablo”, señaló el pofe Crescencio.
Esta hermosa iniciativa surgió a raíz de una publicación en las redes sociales del profe. La gente se prendió y no solamente colaboraron personas de la zona, sino también de otros países.
En total, juntaron unos G.7.000.000 y la silla de rueda motorizada costó alrededor de G.6.000.000. El proceso de fabricación duró un mes.