“Volví a nacer”, es la expresión que utilizó el señor Quelmin Servín (39), al contar que hace cuatro años sobrevivió a un rayo, que le cayó encima, mientras estaba viajando en su moto, en Pilar (Ñeembucú).
Ese día él estaba en el monte, trabajando como motosierrista con un primo, cuando se dio cuenta de que estaba feo el tiempo. Subió a su moto y fue a su casa, sin embargo, por el camino, un rayo lo tumbó sobre el asfalto, dejándolo inconsciente.
El familiar que estaba con él, se iba detrás de él sobre otro biciclo y fue él quien lo auxilió hasta el Hospital. Desde aquel día entró en coma y los médicos no daban mucha esperanza de que sobreviviera, pues la mitad de su cuerpo tenía quemaduras.
Sin embargo, 15 días después, despertó y se asustó al ver que estaba en el hospital.
“Yo pregunté qué me pasó, porque no recordé nada, primero no me querían decir, luego me contaron que un rayo cayó por mí, no les creí y me mostraron cómo quedó la moto y mi motosierra, estaba totalmente agujereado”, recordó.
El quedó con la mitad de su cuerpo quemado: desde el cuello hasta la cintura y desde el muslo hasta el tobillo, donde tuvo un agujero y le dijeron que por ahí salió la descarga.
Un mes y medio estuvo en el hospital y fue a su casa, pero no todo fue color de rosa, no podía caminar. Por dos años estuvo en silla de ruedas.
“Yo tenía que hacer fisioterapias, pero solo dos veces pude ir a Asunción, luego hice por mi cuenta, caseramente y así pude volver a caminar”, dijo el hombre.
Secuelas
Aunque ya comenzó a trabajar nuevamente con su motosierra y a simple vista parece que no tiene nada, Quelmin quedó con secuelas.
Hasta ahora no puede correr. “Parece que me estira todo en mi pierna, tampoco puedo caminar mucho, pero después, todo puedo hacer”, dijo.
También aconsejó a las personas no decir la frase “que me parta un rayo si miento”, porque puede suceder.
Su recuperación para él es un milagro de Dios.
Tenía el celular enchufado
El rayo cayó cerca de su casa y le afectó.
Una adolescente de 16 años tuvo que ser asistida en un hospital, luego de que un rayo le afectara.
El pasado 9 de octubre, la menor estaba acostada en la cama, con el celular en la mano, cuando se cayó un rayo cerca de su vivienda, ubicada en Edelira, Itapúa, y le afectó: no podía respirar y la llevaron al hospital. Luego de unas horas le dieron el alta.
Ese mismo día, una familia perdió 7 vacas que fallecieron a causa de la descarga natural.