Con una presilladora, hilos, agujas y mucho cariño, la profe Olga Troche (45) se puso manos a la obra para recuperar 40 sillas que estaban prácticamente inservibles en el Colegio Arroyo Porã, en Caazapá. En menos de 15 días, las dejó como nuevas, y los alumnos quedaron muy felices.
La comunidad educativa organizó actividades para juntar plata y comprar las telas rojas, del mismo color que los uniformes escolares. Olga y el director completaron lo que faltaba y ella, a puro trabajo manual, logró forrar cinco sillas por día. “Siempre me gustó la costura y mejorar las cosas”, contó a EXTRA.
“Estas sillas pedagógicas fueron donadas en el 2016 por una empresa farmacéutica, cuyos dueños son oriundos de Arroyo Porã, y después de mucho usar se fueron destruyendo, y como las sillas estaban obsoletas, muy destruidos los forros, yo le planteé al director (forrar) porque siempre me gusta trabajar en el área de la costura, de mejorar las cosas”, señaló a EXTRA.
Mientras iba terminando cada silla, los chicos ya hacían fila para elegir la suya y ponerle su nombre. “Para mí es un honor servirles de esta forma a la gente, a mis alumnos, a mi comunidad, a mi colegio. Las sillas prácticamente estaban tiradas, pero nosotros mezquinamos por el valor económico que tienen y más, porque le agradecemos a la empresa que nos regaló y teníamos que honrar”, expresó con orgullo.
Además de ser docente, Olga también es instructora del SNPP en el área textil y confección. No es la primera vez que demuestra su talento, porque ya había retapizado sillas en otra escuela.