Una gran decepción se llevó Lu Gaona, una mujer que pidió permiso a su jefa y se trasladó de otra ciudad para llegar al Hospital de Itauguá para donar a sangre a su cuñada internada, pues una vez allí le dijeron que solo los miércoles podían atenderla.
“Hoy vengo a reclamar algo que lastimosamente de seguro ya le paso a más de uno y duele tanto la verdad”, empezó a escribir la mujer.
Luego, procedió a explicar que su cuñada se encuentra internada y necesita de 10 donantes. Tras recibir la llamada de pedido de ayuda, ella no dudó ni un instante para ir a tenderle la mano a su pariente político.
“Me encuentro con este cartelito, con la esperanza de que al momento de decirle que necesitamos con urgencia y que vengo de otra ciudad para donar, me iba a considerar y atender y ¡no! ¿Y cómo hacemos cuando ya no hay tanto tiempo para esperar es mi pregunta?”, cuestionó la mujer.