Con su ágil mano derecha, Ana Candia plasma en papel o lienzo cualquier imagen que le pidan. Su fuerte son los retratos y su sueño, estudiar Bellas Artes.
Ahora tiene 17 años y cursa el último año del colegio. Vive en la ciudad de Tomás Romero Pereira, Itapúa, y algunas obras suyas ya fueron al continente europeo.
A los siete años de edad, ella tenía un cuaderno lleno de dibujos. “Después dejé porque acá no se valora el arte y es difícil”, dijo a EXTRA.

Pero un trágico episodio de su vida le llevó de vuelta a dibujar. En 2019, cuando tenía 14 años, sufrió la pérdida de su sobrina Lourdes Maribel en un accidente. Ana la consideraba “su gemela” porque tenían la misma edad y crecieron juntas.
Meses después decidió retratarla y quedó muy conforme con el resultado. Desde entonces no dejó de perfeccionar su técnica y ese arte fue el que le ayudó a sobrellevar la situación.
La joven, que es la séptima de nueve hermanos, dibuja y pinta animales y personas, sobre todo niños.
Ya tuvo varios pedidos hasta ahora: “Mi hermana que vive en España vino y me pidió 6 retratos para su patrona, que dijo que estaba muy chulo”, recordó. También dibujó para otros familiares y una profesora de su colegio.
Hasta ahora no era de compartir sus obras en redes sociales: “No pensé que les iba a gustar (a los demás)”, indicó.
Pero sus amigos le alentaron a que fuera ayer a la radio Kokue Poty FM para hablar de lo que hace, y se dio cuenta de que su talento tiene mucha aceptación. De hecho, algunas personas ya le contactaron por unos dibujos.
Ana puede terminar un retrato en 10 horas, o dos noches. Es que a la mañana realiza trabajo doméstico en casa de su tía, a la tarde va al colegio y lo que resta del día lo dedica a dibujar y pintar. Su estudio de arte es el patio y su compañía es la música. La adolescente está muy contenta de poder mostrar su habilidad y el próximo paso que quiere dar es conseguir una beca para estudiar en Europa.