La bombacha, el anatómico, la vela y el nombre de Zunilda escrito en papel, todo dentro de una olla, convirtió a Osvaldo Ferreira Garay (29) en el único sospechoso del asesinato de un hombre en 2020.
Y ayer terminó el juicio en Pedro Juan Caballero, con una sentencia de 19 años de cárcel. La víctima se llamaba Jorge Daniel Sánchez Cuevas, con 24 años en aquel entonces.
Ferreira Garay, alias “Payesero”, era muy celoso por su exnovia Zunilda Martínez, y creía que ella retomó la relación sentimental con el papá de su hijo.
El despechado seguía acosando y vigilando a la mujer, y cuando supo que le llevó a la criatura de visita junto al papá por Año Nuevo, decidió amenazar de muerte a su supuesto rival. Cuando lo vio por la calle, le hizo el gesto de un disparo con la mano.
El crimen ocurrió al día siguiente, el 4 de enero. Sánchez fue baleado por un motociclista frente a una bodega de la fracción Luz Bella, en el barrio San Blas.
Cinco días después detuvieron a Ferreira en un allanamiento encabezado por la fiscala Katia Uemura, por la información de que él profirió la amenaza.
En su casa encontraron la olla con el “amarre” que había preparado para tener de vuelta a su expareja. También estaban la moto y la ropa que utilizó para cometer el homicidio.
Escurridizo
Según los datos, “Payesero” ya tuvo dos experiencias burlando la prisión. La primera vez se escapó de la cárcel de Foz de Yguazú, Brasil, donde cumplía una condena de cuatro años por robo a mano armada.
En esa penitenciaría se habría iniciado en la temida facción criminal Primer Comando Capital (PCC) y se hizo sicario “de profesión”. Y cuando cayó por el homicidio en Pedro Juan Caballero, a los pocos días participó de la mayor fuga del penal entre 75 presos. Sin embargo, fue recapturado en el mes de abril, cerca de un surtidor. Lo vieron manejando un autazo Ford Mustang.
Las juezas Mirna Soto González, Carmen Silva y Mirna Ocampos lo declararon culpable por unanimidad.