El sacerdote Miguel Ángel Cañiza Barrientos, fue imputado ayer por maltrato animal, tras matar a martillazos a un perro el pasado 27 de febrero.
El pa’i presta servicio en la Parroquia San Luis Gonzaga de General Delgado, Itapúa, pero el terrible “sacrificio” del jagua’i ocurrió dentro del baño del colegio Cristo Rey, que pertenece a la misma iglesia.
El hecho fue presenciado por varios niños que estaban en clases y una de las alumnas fue el que comentó a su mamá que uno de los “hermanos religiosos” mató al perrito golpeándolo con un martillo.
Ante esto, la mamá fue a la comisaría a denunciar el terrible caso.
Sin embargo, cuando los uniformados fueron, ya no encontraron el cuerpo del animal ni rastros de sangre en el baño, pero hablaron con el religioso, quien reconoció haber sacrificado al perro alegando que representaba un peligro para los niños y que los vecinos habían manifestado preocupación porque estaba con karacha.
Según el pa’i, el perro estaba todo agusanado, por lo que decidió sacrificarle y luego enterrarle en el predio del vertedero local.
La Dirección Nacional de Defensa, Salud y Bienestar Animal presentó también una denuncia y finalmente, el fiscal Rodolfo Colmán, imputó al religioso.
Piden castigo ejemplar
“El hecho se encuadra dentro de lo dispuesto en la Ley de protección animal, por lo que exigimos las sanciones correspondientes para que ningún hecho de maltrato y crueldad animal quede impune”, publicaron desde la dirección de Defensa Animal.
El cruel asesinato del perro causó conmoción en la comunidad animalera, quienes piden justicia para el perrito, cuestionando que si bien le preocupaba la situación del animal, lo tenía que llevar a la veterinaria y no matarlo a golpes. “La masacre a martillazos a un inocente perrito por sólo tener gusanos, ante niños indefensos, que no quede impune”, publicó Grisel Parodi, presidenta de Patitas Felices Paraguay.