El yugo y el arado de Oro continúan en una esquina.
Ayer, Derlis Ortiz (47), el dueño del buey volvió a la chacra pero sin su compañero. El agricultor sigue lamentando la pérdida del animal que fue robado y faenado por abigeos, hace una semana.
Derlis incluso lloró al lado de los restos de Oro, cuya fotografía fue viral, imagen que guarda una triste y emotiva historia.
Se presume que el robo se produjo en la madrugada del domingo 12 de mayo en la comunidad Quinta Línea Kurusu Araujo, de Caaguazú.
Derlis contó a EXTRA que tenía dos bueyes, uno negro, que tuvo que vender urgentemente para la operación de su madre de 80 años, y otro de color marrón, el más fortachón y guapo a quien le decía Oro, porque lo consideraba como un tesoro.
“Como decía mi papá ‘el mboriahu (el pobre) le quiere poner sí o sí nombre a su rymba (animal) buey’ por eso le puse Oro”
“Me quedé solamente con ese buey, porque el otro tuve que vender para salvarle a mi mamá. Ella se cayó y se fracturó parte de la cadera, entonces le tuve que comprar platino que es muy caro, sumado a otros gastos”, manifestó.
A Oro lo llevaba consigo a la chacra para arar la tierra o para cargar mercaderías.
Sin embargo, esa mañana cuando su hijo fue a buscarlo al tambo ya no lo encontró.
“Él me avisó y comenzamos a buscar, pero no le encontramos. Luego uno de los vecinos nos contó que le vio, pensé que podía encontrarlo con vida, pero ya estaba completamente carneado”, recordó con mucha impotencia.
En medio del monte los cuatreros solo dejaron parte de las entrañas y la cabeza del buey. Hasta el momento nadie sabe quiénes son los responsables.
“Mucho guerreé por mi buey y le mataron como si nada”, mencionó el dueño de Oro.
Derlis contó que el buey se crió con él desde que nació.
Lo alimentó, lo vio crecer, incluso cuando se quedó sin el otro buey que fue vendido, comenzó a trabajar el doble para juntar un poco más de platita con el fin de comprar otro animal, para tener nuevamente una yunta.
Solidaridad
Derlis mencionó a EXTRA, que un sanlorenzano, quien vio la foto de él junto con los restos de Oro, se conmovió bastante, que decidió girar la suma de G. 200.000 para ayudarlo.
El desconocido le dijo que era lo único que tenía, incluso le dijo a Derlis que podría servir para ir juntando con el propósito de comprar otro buey.
Otros se solidarizaron con el agricultor y prometieron aportar para la causa.