Emilio Martínez Jara había recibido una estocada en el cuello que le produjo la muerte prácticamente de forma instantánea. Una profunda vena fue perforada y salvarlo fue imposible. El hecho ocurrió entre la noche del 22 y la madrugada del 23, pero el autor tardó dos días en presentarse.
Era un menor de 16 años, cuya propia madre decidió llevarlo hasta la sede del Puesto Policial número 5 de la ciudad de la Colonia Patrimonio del distrito de Yhú, departamento de Caaguazú.
Al llegar a la sede, el muchacho confesó su autoría, pero alegó que el propio fallecido le había dicho que lo mate. “Yo creo que como estaban alcoholizados, la víctima le habrá dicho como desafiándole, tipo ‘ejapo py’, por la rabia y por el momento”, relató a EXTRA el suboficial Fredy López, explicando el contexto sobre lo ocurrido.
De acuerdo con el relato de los testigos del crimen, el joven de 24 años y el muchacho de 16 estaban bajándole algunas bebidas alcohólicas cuando, en un momento dado, empezaron a discutir. Fue entonces que el pleito subió de tono y ocurrió lo peor.
Al darse por detenido el autor del hecho presentó el elemento utilizado para cometer el hecho, que resultó ser un destornillador. Su detención se produjo alrededor de las 13:00 horas de ayer en la oficina de guardia de la citada dependencia policial.
López detalló que tanto víctima como victimario eran conocidos de la misma colonia y solían compartir tragos, pero era la primera vez que protagonizaban un conflicto de esa naturaleza. De acuerdo con los datos del sistema de Informática de la Policía Nacional, el detenido no cuenta con antecedentes.
El adolescente quedó a disposición del fiscal que atiende la causa. La evidencia incautada en poder del mismo fue remitida al ministerio público para su inspección.