Fabricio, de 4 años, tiene una malformación congénita llamada microtia, que no le permite escuchar bien debido a la deformidad del oído externo y, por lo tanto, no desarrolla su habla como los demás niños de su edad.
Katterine Bello, mamá de Fabri, recorrió varios hospitales en busca de un profesional que pudiera ayudar a tratarlo. Sin embargo, se encontró con que en el país no se cuenta con especialistas en este síndrome, según aseguró.
Averiguando por todos lados, especialmente en internet, contactó con otros padres desesperados por ayuda y formaron un grupo de WhatsApp donde intercambiaron experiencias. Mediante gestiones propias, lograron traer médicos expertos que brindaron una charla en la Liga Luqueña, el pasado 12 de octubre, para que pudieran conocer más acerca de la microtia.
Katterine lamentó que los pequeños que nacieron con esta deformidad no cuentan con ningún centro donde puedan tratarse. Peor aún, a nivel país se desconoce qué es la microtia.
“Necesitamos que se conozca para buscar una solución. Más de 60 niños necesitan vibradores óseos para que nuestros hijos escuchen”, lamentó la mamá. Además, señaló que el grupo de padres quiere llegar a las autoridades y exigen saber si hay una ley que ampare a los niños con microtia.
La microtia puede ser unilateral o bilateral, el síndrome de Fabri es bilateral, es decir, que la malformación afectó ambos oídos.
Katerrine explicó que su hijo precisa un vibrador ósea, que cuesta más de 30 millones de guaraníes; monto con el cual no cuenta.
Quienes quieran colaborar pueden comunicarse por WhatsApp al (0991) 519-360 o llamadas, al (0984) 231-852.
Cada 9 de noviembre se recuerda el Día Mundial de la Microtia.