Una página de twitter enfocado en el mundo de los arquitectos reveló una supuesta manera de lavado de dinero de los narcos.
Les acusan de construir edificios súper costosos y que esto sube los precios de los materiales de construcción para los demás.
“Las redes de narcotráfico y lavado de activos instaladas en el país desde hace ya un tiempo afectan directa e indirectamente a nuestra profesión”, señalan.
Supuestamente, generan una burbuja inmobiliaria (precios no reales de las construcciones). “Expulsa a la clase media de los núcleos urbanos por sus altos precios”, añadieron desde el perfil Arquitectos.com.py.
Debido a esta razón, los mismos arquitectos tienen que viajar largas distancias porque sus clientes solo tienen para vivir en las afueras de la capital.
Creatividad
Los narcos supuestamente les dicen a sus arquitectos que no se limiten con los gastos. Entonces, eso también afecta a la creatividad del mismo profesional que está entrenado para abaratar costos y buscar soluciones innovadoras.
Señalan que los condominios privados que usan los narcos para buscar seguridad, afecta “fragmentando más a la ciudad, sumado a la especulación inmobiliaria”.
Además descartan que el lavado de dinero genere beneficios porque solo termina en unas pocas manos. “Es hora que las inversiones inmobiliarias se destinen a públicos reales con soluciones accesibles y apropiadas”, sostienen.
Por su parte, la presidenta de la Asociación Paraguaya de Arquitectos, María Luz Cubilla afirmó a EXTRA que el miércoles tendrán reunión y luego brindará comentarios.
Venden y así queda lavado
Ricardo Meyer, exdecano de Arquitectura UNA, comentó que existe una suba desmedida en los precios de los materiales de construcción.
A su criterio, influyeron las compras de la Secretaría de Emergencia Nacional para los asentamientos. “Hay un montón de cuestiones que tienen que ver con posibles lavados de dinero, entonces los costos son inflados”, dijo.
Observó que se construye mucho y no se sabe el origen de ese dinero. Ocurre en todos los barrios de Asunción pero hay inversiones sobre las avenidas Santa Teresa y Aviadores del Chaco, en Central y Ciudad del Este.
“Se construye y después eso automáticamente al venderse, aunque te venda a menor precio, queda en blanco”, afirmó.
“Nosotros vendemos ladrillos huecos, tejas, tejuelones y ladrillos comunes. Traemos directo de Tobatí, somos proveedores, directo de la fábrica al cliente. Ladrillo común estamos vendiendo a G. 450 cada uno. A G. 430 si son más de 3.000. Los precios variaron un 10%”, dijo por su parte José Benítez, vendedor de materiales de construcción.