Mientras dormía, algo extraño la hizo despertar. Laura S., una abogada de 28 años, viajaba en un colectivo de larga distancia desde Asunción rumbo a Ciudad del Este, su casa, cuando en el kilómetro 30, sintió algo que le causó repulsión.
El pasajero de unos 60 años, que estaba a su lado, la había manoseado, pero como ella seguía soñolienta, no entendía lo que estaba pasando.
Allí, Laura comenzó a gritar, pero prácticamente fue en vano, porque nadie le hizo caso.
Ella cree que no es la primera vez que lo hace
El incidente ocurrió a eso de las 2:30 de la madrugada del 1 de abril, pero recién ayer, Laura se animó y publicó su caso en Facebook, donde expuso la foto del depravado.
En contacto con EXTRA, la afectada señaló que una vez al mes viaja a la capital del país para realizar una capacitación; sin embargo, era la primera vez que usaba los servicios de la empresa Crucero del Este.
El sujeto había abordado el micro en la zona de San Lorenzo o Capiatá, y en ese momento no logró ver su rostro, porque tenía una campera con capucha y unos lentes.
Como hacía mucho frío, Laura se tapó el vientre con un abrigo y se quedó dormida unos 40 minutos, a pesar de que en su mente se decía que no quería hacerlo. Ella tenía miedo.
“Cuando me desperté, sentí su mano sobre mis partes y cuando me di cuenta, sacó su mano de mí y yo, medio zombi, me desperté y él se dio la vuelta y se hizo del dormido, pero el cierre de mi pantalón estaba abierto”, recordó.
Laura se paralizó y tenía una sensación de que quería vomitar.
“Ahí comencé a temblar y dije, ‘Dios mío, ¿será que esto me está pasando?, ahí me bajé (del segundo piso del bus) y le dije al guarda que ese señor me tocó y él me dijo que era su pasajero que viajaba con ellos cada semana y ahí comencé a llorar y lo único que me dijo el guarda fue: ‘tranquilizate’, contó Laura.
Se “disculpó”
Lo que más impotencia le causó a Laura, fue cuando el guarda aparentemente le avisó al pasajero que la tocó, porque el hombre intentó bajarse del micro.
“Ahí yo me fui encima de él, quilombo le hice, le grité, comencé a llorar y lo único que me dijo fue ‘perdoname, me dejé llevar’ y ahí me bajé y en me quedé llorando en la calle, y ahí vine a casa, y al día siguiente hice la denuncia en la fiscalía.
La afectada averiguó datos del pasajero
Como Laura solamente tenía la foto del supuesto acosador, ella misma fue hasta la terminal de Ciudad del Este, donde uno de los choferes se disculpó con ella en nombre de la empresa,
Allí le dieron el nombre del guarda, porque él le conocía al pasajero.
Luego, le dijeron el nombre y número de cédula del sujeto que la acosó, y con esos datos fue hasta identificaciones, pero no aparece su fotografía.
“Lo único que pido es que se haga justicia, para que ese hombre pague por lo que me hizo”, dijo Laura.